DIARIO CATÓLICO SE IPTTBLIO-A. TOXJOS LOS DÍ-A-S E^OE^TO LOS FESTIVOS Año-XV Sábado 23 de Jülio de 1898 Núm 4.053 LA RELIGIÓN (Continuación) • Cuando el pueblo de Israel gemía más qae bajo la tiranía de ia soberbia Roma/bajo el yugo cruel de sus crimenes y errores abominables; cuando el pueblopor Dios escogido, apartándose do la primitiva revelación, ■ vivía en luna aimósfera' corrompida porla.pre varicación y él escándalo/ 'santificada en otro tiempo'por Ja -Religión y la virtud, ^manifiéstase el Hijo dé Dios, anunciando con el nombre de Evangelio una Religión universalAl . cumplirse el tiempo ''determinado/por el Altísimo, aparece Jesucristo, el Verbo encarnado, y predica una Religión pura, inmaculada, en abierta oposición á-ios errroreá que entonces dummabaü y para precaverlos en. lo juturo: maailiesta.á aquel pueblo una Religión, que, considerándola aislada, sin relaciones ni títulos .qua la acrediten de verdadera, cpmt» sus enemigos Ja consideran/ es no conocerla. Asi se comprenije ¡que los incrédulos lleven en su, frente el sello de &u reprobación; porque unade.dos,,^ oo )a conocen ó fingen do conocerla; ,siló- p^ipae^, en yapo la at^caojiiíAtílfnP.?18^zp^an en.có'n^a ¡^úña.; ^^ütüción que no pueden definir;.^! ,|o se^updo,,^^! colpio de Ja^'g'^min¡a yÍócur?;.pifesto que,q9ft9p*éri.d,ola,co^4^ltf!iise c^mo j3i e^e^qto fuosB para éiloe— uaa'^os^^ueTBjjdesijonoc^da.íde su^vtó;¡que ,0(3 ,pay me^io,pon!qQe,¡RuÓa^Q A*!" mostrar ni si4ui^íi,Iaduaa|dei"í¡u ,\erdad ó institucióó , legitima. > ■ Sí .el ifstable'sjipiieato aé1(la'Religión no hubiera sido la éjecaci'óh de un plap decretad0 iP01- el Ai. tisimo, aun asi, sepa.un., acobtecim'teotd ^de ,lp-.jEqás hermpsojy admir^bio'jqueimpgipár^é .puede; sí Jpsycrito,; enviado por jei Eterno para .manifestar, al liotnbre esta Religión,, nó fuese Dios, ^eiria^á no dudatío, olmas ilustre y grande dejos .bo^bíes. ; .PorQ.Jesucj:isto.,pr$8épí#se ,cpmo .ejqcuíor dé la .vpiuiitad.del Eterno, como él mismo ha'dichoj .aparece , con foijaa las ^ñ^leís do enviado de Dios; en EL se ha Realizado la profecía de que todas las naciones llegarían al conocimiento del' verdadero. Dios, fcojnp .?xpresapieníe lo dice et .Patriarca tf^cob 'en su, elocuente' yáticinio, (Génesis cap. 49, v. 8. y slgtes.), que a! exponer que nos^ldrl elimpertóó cetro de Ta casa' de.Judá b'dsta'que .vengá.el queba ,de ser enviado, añade: «Yelmismp será ^'Expectación dé lás'gentes.»0 comó(dÍce .eUaxto.liebr^o, .,al tratar de. esto .mismo; «No saldrá el.' (j'etro.de la .casa de Judá"íiasta .que .venga Sciloh, y .á éí(o¿)edeceráp, todos 'los pueblos.» • Que las palabras,.expectac¿ón y Scilókcqrresp'oo'dén á Jesucristo y^que El ha.realiíado lo qué significan déjase ver claramente 'por la. ÍDterpj[^taci'ónqu's.¡op.ri!ól,o'gos ^án á dichas, palabras, nó o'lj^an■,,lé la díver^enciá', que ' entre ellps existe al.exDlicjár ^Setlób.'' . "\ .Sea^de ''{fflo' vque,. quiera ' to-' .dps cppvieijeiiien.gQp' pór.'^esta .palabra, séVdesigna ál.Uesias.'ió séá Jesucrislo, 'ó álgiihá 'do'.s^is propiedades 'ó funciones. Debemos .concluir, pues^que la ' Religión ' por Jescristo establecÍda,^bmo.enviado de Diósi'és únicamente el fin último do: un decreto concebido por Dios desde toda.ía eternidad; es el complemento de un ediíícíp, que comenzando en la creación, fué mániféstáadose á medida que 'trans¬ currieron los siglos hasta haberse presentado en todo su esplendor y magnificencia; es el preludio del réíno de los Cielos, que impreso en el corazón de nuestros padres ; primeros, trasmitióse de generación en. generación, desarrúllándoSepóruna sériede acontecimientos, en ralación.siempre con la constitución do los podéres políticos 'y. costumbres socialesj siempre que estos no contradijéserirSu's ! pacificadoras y tranquilas enseñanzas, como tranquilo y pacificador es su fundador divino, Jesucristo. ,,1-02100.^ natural es también dedúcir.'dé' lo dicho que esta Ueligtóü no es obra de hombres; no es jin .sistema nuevo. sin títulos ní credenciales qué. demuestren su origen y'^éracidád; nores una demencia que'.se'apoderó 'de una f!ran'-^ítrté de lá humanidad; como o afirma la extraviada y loca filosofía moderna, que en sus fatales desvarios, Jio quiere reconocer la áutóridad de loé testimonios que la,' Escritura nos ofrece como 'dócuméritós 'históricos de indiscüílblé veracidad, en'otro lugur c'itado^'es,' él, una obra constan'tfl', ur^,pl4n(jitiiformo y con'tinua.do éh lá Providencia divina, que establé'ció, propagó ' y bónservó conformo á las diferentes edades 'de'Ios ^uéblo's. ,' ■' ' . 'Mentrfs ' ^os'. '.adversarios rno démuesiren que Diós Abandonó al género humana de' tai suerte que la Religión m^tiana es el acaso,-¿-un-GüceÉó'- evobtuátjque pbé'decó' ' üyícapiente' !ral ' i^ílujo ¿'oráf;m¿tüb.dé. la: sociedad, iiiú • til es 'toda' ten íátivá; vanó es' todo conatÓ.'.de 'defensa en favor de su modo de pensar1 y explicar una '¿latería, que al parecer desconocen en absoluto, ó que quieren desconócér; para cohonestar su libertad de pensamiento, do conciencia y política. La historia de la revelación nos presenta tres grandes edadoá' ó épocas, cuyo enlace prueba la divinidad de la Religión, pudioudo afirmar que una es la preparación para recibir la otra. ■ (Se continuará?) 1*4*-** Las clases pasivas de Ultramar En vista de la imposibilidad en que se encuentran los individuos de claseb pasivas que residen en la Península 'y cobran sus haberos por las Uajas de las islas de Cuba, Puerto Rico ó Filipinas dé' remitir los documentos justilioatlvos de su existencia á los apoderados que tienen en estas islas, con motivo déla interrupción que lim sufrido las comunicacioaes 'postales con ellas desde (¡ue estalló la guerra con los Estados Unidos de América; y á fin do aliviar la triste situación de estas clases, ol ministro do Ultramar lia dictado una roal orden, que publica la Gacela de hoy, disponiendo que los haberes no satisfechos á las clases pasivas (le quo se trata, se abonen por fas cajas déf ministerio en la medida que ¡o consientan las atenciohés de. /a misma, con' sujeción á las siguientes disposiciones. "'' 1.» 'Los individuós'de laS' 'cla'sés pasivas que residen eh la Península y cobran sus' haberes por medio !dé apMétadol'éh^asJíaiflsl de la isla .de Cuba, Puerto Riif'o ó Filipinas, los pércibirán, !á pártir' de la'fécha de'éstá reoi ord'ed, por la caja de este minisíenoTÁl' efecto, deberán presentar. en el negociado de Clases pasivas del mismo,, dentro 'del plazo' de un mes, i ' contar desdo la publicación de es- ! ta reál orden, copia fde la de con- '■: cesión de la provincia. '' I .. Esta copia deberá estar extendida. en papel del sello correspondiente y autorizada, cuando ei interesado resida funra de Madrid, por el alcalde del punto en que esté avecindado, si. fuere do l.t. claso civil, y por o! comisario de guerra, si perteneciere á la clase militar. Los de una y otra clase que re ¬ sidan en la Corto presentarán dicha copia con el correspondiente original en el negociado de Clases pasivas de osle ministerio, por el que se hará la compulsa necesaria. 2.* Para el percibo de sus haberes se presentarán los correspondientes certificados de exis ■ tencia. ..Los pensionistas que por virtud', de las .disposiciones vigentes estén' autorizados para justificar su ex,stehci'a por medio d.j tificios, "remitirán estos, cuando rosidati fuera de U coi-te, autorizados, por el alcalde de ¡a locnliiiad en que ostuvicron domiciliados, si pertenecieran 'á la clase civil, y por el comisario do guerra,' si fuesen de la clase militar. Los que residan en esta corte nólnocesiUrAii <\ PONTEVEDRA . .Por las autoridades militares iia sido encargado para ejercer la censu-a periodística en Pontevéjira ^Bl^cpjpa ndaijte „D¿_Ma riano. Brioneí. ' ss. ■ ■■ En Figueirido fué tan terrible la tormenta del martes que las aguas inundaron. las vegas y muízates in medíalos á la linea férrea, caimndo grandes destrozos. En las inmediaciones de Marín — -220 — los sénlimiéhlos, virtudes y nobleza que la animan y y dé la armohia'y elevadas aspiracioncs'que la distinguen; no habrk mas leyes ijuc el derecho de la fuerza, n¡ más prórrogas prudenciales que los i'nstanles que se tarden en meditar nuestros caprichos; y el hombre -hará como los demás animales, será respetado por su ■ fiéréza y su maldad, y será tanto más dichoso cuanto más energía muscular desplegue y más astucia y más .ambición fe domine; el vicio y el crimen será su con'.tinua ocupación, hasta que otro más luerte y sagaz le ■ derribe y le sumerja en la nada. El desgraciado lo será siempre, y para él no habrá otra esperanza y otro ' galardón que la del.conslante padecer. [Triste situación seríala de la humanidad! El muiido seria una.cosa y Inexistencia. del género humano seria una serie de padecimientos peor que los del mismu infierno. Pero también es cierto que de este modo poco .tiempo po'dria existir, y ya se hubiera agolado la especie humana allá en los primeros siglos de su existencia; y de ahi que una' vez más noshaHarhos ante la imperiosa necesidad'Üe reconocer que hay un Ser Supremo, cuya creencia es el ideal de casi todos las' religiones, y en especial de la que esmalta nuestro biéneitar. Perdone el lector esta digresión que ha hecho en- - tramos en dilatorias reflexiones, que después .'de lo' do, np' llenen otro fin más que intentar el exclareci- - miento de;uná verdad á todas luces provechosa. ;Ehtrelos medios más convenientes para' fomentar ia mansedumbre, y, por lo tanto, para evitar los malos resultados de ia ira, se debe echar mano de las'reflcxiones aconsejadas por la prudencia. Considerar siempre el mal y desairado papel que desempeña el iracundo, porque al decir de Séneca, bastaría para refrenarse un colérico el que se mirase á un espejo y, la parte de esto, el desagrado que ocasiona y la discordancia moral qucefectua en relación con los demás — 217 — paciencia en contra de los efectos detestables del vicio de la ira ycomo un medio pótente para contribuir á labrar 'nuestra felicidad. En esta cuéslión, como, en todas las que lienden al bien humano, y permítaseme este paréntesis la profilaxis pone en juego y aconseja lo mismo que manda nuestra religión cristiana, lo cual quiere decir que entre aquélla ciencia y ésta hay una perfecta relación, como la hay en aquellas que asumen en sus principios ei desenvolvimiento de nuestra perfección, tratando, por lo tanto, de' combatir toda claso ds vicios y recoinendar y fomentar las virtudes. Vemos, pues, que la paciencia 63 recomendada por la Higiene para contrarrestar los malos electos de la ira y para vivir en unaarmonia satisfactoria y placen, tera. Tambiju todos sabemos, sin que sea preciso desmostración alguna, que la urbanidad y sociología aconsejan .y ordenan con persistencia la práctica: de la misma virtud, pues sabido se está que en toda sociedad culta .es preciso la observancia de la mansedumbre, para evitar los enfados, irritaciones y arrebatos de genio y coléricos. Y en cuanto á la moral y religión ya no liay para que menlav ¡la insistencia y solicitud con que preceptúa en sus máximas el ejercicio y desarrollo de tan benéfica virtud. No se' crea acaso que la virtud de la paciencia debilí ta la potencia de la libertad ó desprestigia al hombre en su importancia social. Tan lejos de eso y antes por el contrario, contribuye á darle mayor valimiento y á empujar los deliberados propósitos .de su adelanto y perfección. Porque .nadie ignora, y el mundo así lo aprecia, que más grande y noble aparece el que modestamente y con mansedumbre sufre las adversidades de la vida humana, que aquel que en sempilerna grima se enlrega á cada instante á actos de desesperación, aun cuándo sean -motivados por