DIARIO DE PONTEVEDRA ASO 'IX.;' PRECIOS ÜK SUSCRIPCIÓN Pontevedra, un tiies4 reales Fuera, trimestre, Iti reales. Ullrainar y extranjero, 6 pesAs fies. NO SE PUBLICA [.OS DIAS FESTIVOS ilireclor-Prflpielario, D(.MMillaH' MAETSS 15 DE JUNIO DE 1897. PUNTOS DE SUSCRIPCIÓN. En eeta Admiinstnición, Princesa, G. Anuncios y ccuiunicados ¿ precios convencionales. NUM. 2.237 Los yankées y nosotros. ■ , « i ' ' ■ i * s Indicio de menle* 11* giras es el no maravillarlo nunca de i-osn ......algima, como también lo «a m*r*vlllarse da torto. *,'";'" ' ; v jí "- I- SayÍ' No pueden eu manera algnna maráYÍllaruos las noticias telegráficas que á algunos colegas han enviado desde Nueva York y Washington sus respectivos corresponsales atribuyendo al Gobierno norteamericano decididos propósitos da intervenir directamente en los asuntos de Cuba, comenzando, quizás, por ana reclamación de carácter general por supuestas informalidades y por faltar Espafla abiertamente á lo estatuido en algunús tratados que ella tiene celebrados. Lo que si nos maravilla, és que pe-, riódicos que 'alardean de sensatez y cordura, acojan esas noticias como asnutos que pasaron á ta categoría de cosa juzgada, sin advertir que, co: mo dijo muy bien ayer tarde el ilustre jefe del partido conservador á. los periodistas que quisieron escucharle, los Íiropósitos atribuidos á Mr. Mac K:uey, pueden muy bien haber' sido hechos circnlar por los jinguislas y' por los simpatizadores de la rebelióu, para agitar la opinión é inclinarla á. favor de su injusta y perdida causa. No puede negarse que .si .bien, 'es cíerto qne ias autoridades de la Gran República Norteamericana oo han salido todavía de la sitnación . especian- tanta eu qre se colocaron hasta cono, ™^^^-^tno¡ar-r6Í^üCorma»de«4IiS'-(íal-thoun, no es menos exacto qne las dificultades de carácter interno por que atraviesa ese país, podría apremiar & Mr. Mac Kinley de tal manera que aun en contra de su propio criterio y quizás también del de los elementos mks couservadores del país ^ne rige, entrara de lleno en . las comentes i que le impulsan los mismos que pre paran lura cencerrada á. la egregia reina de Inglaterra, á una do las so- ' berauas más respetables y respetadas ' de Europa. I Todo puede temerse— como escribió ■ ayer con gran cordura nuestro a preciable colega El Liberal— dado el carácter de Mr. Mac Kinley, mucho más emprendedor que el de Mr. Cleveland, y máxime si se tiene eu cuenta que el actual presideute, además de hallarse eu los comienzos de 'sn'magistratnra, se encuentra fraute á freute de cuatro problemas, que pueden importar para él otros tantos fracasos, á saber: las elecciones generales; la nueva ley de tarifas; la cuestión monetaria y el reconocimiento de la beligerancia cubana. Aun no siíudo participes de los optimismos que reinan en Jas esferas oficíales-— como eu realidad lo somos— y aun reconociendo que las circunstaheias uo son nada halagüeñas para nosotros, creemos que no pisan terre: no firme, que uo 'están en lo cierto, los periódicos de oposición que se dedican, brocha en mano, á oscurecer el horizonte de Espafla; á llevar la desconfianza y la duda i los hogares y á producir U contracción : de [os negocios y la estagnación de los capitales. Y esto sin contar con las acerbas, bien que injustas, censuras que dirigen á nuestros gobernantes, porque no adoptan un temperamento enérgico frente á la cancillería de Washington y al geueral Weyler poroue uo acaba ta iusurrecióu'eu cuatro días. Es necesario tener muy poco criterio, carecer de él por completo, ó uo advertir que está atrofiado, para ' escribir «que mi ejército poderoso sin dirección eutendída y afortuuada, ae cansará de pelear y poblará los hospitales de sangre sin conseguir una victoria completa y definitiva.» ¿Ignora el que esas. Iludas ha escrito que la iusurrección cubaua uo cesó uu solo dia, como se supoue erróneamente, desde el Z&njóu al grito de Baire, y ní, tas habas verdes, el Capitchln, chin, chin, chin, ú otras cancioucitas por el estilo, mezclándolas con trozos de zarzuelas y óperas de to más selecto. Por su puesto que él se crée uu músico cousuinado. ¿A que uo hay uiuguuo de- ustedes que se atreva á coutradeci'rle en esté punto? ¡Puede que lomitara á-coces! J A otros le da la manía. por la decía'*'mación' y éstos' sou casi1 peores'.1 Co; [ uozco yo uno que todo el ola se lo pasa ceucerreaudo aquello de Betto pain debe ser el de .Imérícapapd y aquello otro ^Si ois' contar de un náufrago la historig, Mire usted— me dijo el otro dia— si en la primera función que echen en: el , Circulo dai Teatro, uo me dan na papel, principal y me hacen' socio houo-' rario.'voy á armar ta de Diot es Cr/*to; porque yo merezco eso fy' mucho más, va nsted á verlo por sus propios ojos, venga nsted á m¡ casa. * —Dispense usted D. Carpoforo— dije yo por verme libre de aquel ogro — otro día será. Pero ni por esas, que quise que no, me llevó á su casa y poniéndose en .uua actitud que él creía dramática, y que uo podía ser más cómica pues puso un gesto io mismo que aquel aquiéa le roban el reloj ó le sacan catorce muelas, comeuzó: . - Si oís coutar de un náufrago —Ve nsted, esto se dice muy tierna y meiaucólicamonta. — Si es usted un actor consumado dije yo, por decir algo— como le viera la María Guerrero lo contrataba. — Pero que croe nsted — me contestó—que no me hau hecho proposiciones ventajosísimas, pues si seúor, me las hau hecho, pero yo uo quiero sobordiuar mis dotes dramáticas á nadie, el día qne quiera formo uua compañía, me hago su director, y á correr «tmtndov- » — > . i — —O á recibir patatazos— dije yo para mis entretelas. ' —Vamos, vamos— interrumpió él— fíjese usted ahora eu este trocito del Teuorio, mire usted que arranque. Míreme Comendador de rodillas á tus piés, . y arrodillándose delante de mi, se acogió á mis pieruas -y haciéndome perder el equilibrio caí sobra una palancana llena do agua de jabón, cogien- . do además debajo da mi cabeza el rabo del gato, que al sentirse asi apresado, comeuzó á darme arañazos poniéndome como uu mapa Mundi. Hay tambiéu otros in a u ¡áticos que Ies dá por atribuirse lo que otros hau escrito. ■ — Ves —le dicen á los amigos— la crónica que hizo ayer fulano, pues aquel parrafito tan mono era mío, solo qne como es amigo, se lo di para que lo pub'icara cou firma. Estos dos pobreciílos todo el mal se lo hacen á sí propios porgue generalmente los que tal diceu ui.aún su-. bou redactar uua carta. Les repito á ustedes quo tos maniáticos es uua plaga peor que las siete de Egipto, y si no vean ustedes que latas Ies doy yo, desde que rae. ha dado la manía por escribir para el público. Dispénseme soy uno de tantos maniáticos J. Buoallo Sánchez. ; ¡¡:ptt:m:!! No es uu reclamo del licor de ese nombe. Nos referimos á uua detonación yankée y, por cousiguieute, asombrosa, como todo lo de aquel pais. Auteayer se aprobó en ¡ndianhead un enorme catión de 135.300 libras, asistiendo á las pruebas las autoridades navales y agregados militares de las Legaciones extranjeras en los Estados Unidos. Al hacerse el primer disparo estalló el caüóu cou h irroroso estruendo, siendo lanzados algunos fragmentos á uua milla de distancia. Es verdaderamente milagroso que uo haya ocurrido una grau desgracia. ~' No ha habido ni uu herido. El caiióu estaba cargado cou una bomba Gathmann, que contenía 350 libras de algodóu pólvora, y supónese que la bomba estalló en el interior del cañón antes del disparo. ' ^