LOQilEPPEjIM' Eia^iistoa entre insurrectos — nicc un ¡)criúdr<_o de la Ha- haníi que corre como iiniy v;ilido, cl lüiiur de que no li^tlhuidosc Ü, Bartolón^' Massó conforiiie con los procedimientos de la revolución, lia idiaiidonado oí campo insurrecto. cniharcáadosL' pata el exíraujero. Tamhicii se dice que ei i.;iheci- Jla Mauricio Moutejo, que iÍ¿iLjra- ba como comandante^ ha sido des- litnidij por tiúuKv v condenado á miiL'i [i-'i por Cll^ o inolivo se lia al/;nl y otros sí sus dueños no enliegan en plazo brev..' ciertas cantidades de dinero que les han sido exigidas, Además de incendiados los es- tablecimiGutQs han sido destruidos losplííníios. l.OOO contra 21. — Taguaso es cl nombre di^l hiL;ar eu qne se hallalia siluado el fuerte de la gnardia c'iv'd, id ¡Me. de Sancti- SijmUis, a ui\a jutlsdicción pertenece. Cum ponían la fni'rza de este deslacamento nn Icniente y 20 ¡ guardias, cu va conducta Iscróica ha merecido lis mas unfinhnes ' alahaj)zas. Cuatrocientos insurrectos fue- 'ron los qne atacaron dicho fuerte, contando con una jcserva de fiOO más, cuya fuerza en conjunto era mandada por Serafín Sanciiez. Tres días duró el ataque incesante, con tiroteo á intervalos, no malgastando aquel puñada de valientes las municiones: pues no perdieron su serenidad un solo instante, a pesar del ÍLunenso número de los sitiadores, cuvas ha- jas demuestran la íiiine^a del pulso y la certeza de la mirada de aquellos cnva mniTÍe parecía inc- vilable. En vista de hi temeridad, mejor diclio firmeza v valenlia de los si- liados, que no m. rendían al cansancio que dcliia jíroducirles de- | fcnsa tan heroica como prolonga^ da, pareciendo más bien uíaqui- nas auíomáticas que hoiníírcs, pnes no se doblegaban ni al sne^ ño, ya f|ne ni á la c\ciLaciun nerviosa, tan nalural é imprcscindi- bleen toda clase de lucha, y considerando tamhien las bajas producidas á los sitiadores, determinó su jefe, Sí.^ra['íii Sánchez, que se incendiara el fuerte. La escasa fuerza que lo defendió vióse ya obligada A abandonarlo, consideíando imposible toda lucha é ímpnteníe cualquier alarde. Las del eneini^^o consistieron en 7 muertos y 15 berilios; siendo uno de estos giavc. por haberle dejado ciego cl paso de una bala. Y deljieíido tamiíién anotarse qne los muertos son todos de los expedicionarios llegados á la isla con Holoff y Sánchez; uno de elfos lo fué Moh's, el sri>undo de Sánchez. Por nuestra parle tenemos que lamentar la muerte de un guardia civil^ y otro levemente herido; lo cual no es de cNtiañar, á pesar de los tres días que duró el sitio, por no haber hecho ninguna salida del fuerte los sitiados; cosa ini- practicable ante la diferencia enormísima entre uiii y otra fuerza, ó séase de 21 á [.OÜO en má(|u¡na para d ir cabida á los íelegra mas urgentes, la noticia de la verdadera baíalla campal en las afueras de la Curte, cjitrc los dependientes V las gentes de Pepe el «Hueveru^, Una sección de dependientes de consumos, compuesta de veinte honíbi'íj.í, !ia tenido un encuentro con la ronda de uuluLciOb del famoso I' Pepe el Huevero". Enlrc unos v otros se cruzaron multitud de disparos, á consecuencia de los cuales han rebulla- do varios heridos. Los agentes de l;i autoridad han detenido con este jnotivo A algunos dependientes de consumos. En vista de que yí¡ icsulla rancia, daremos en Ineve eNtracJo de ella- ^ y que se dirigía por cl puente de San Francisco, se deshizo, porque el novio se arrojó á la ría. Po[' pronto que le quisieron auxiliar, fué extraído cadáver. La novia, asustada," huyó. Se desconocen las causas del suicidio. Uaa míAJer abrásetela. En la calle Oscina de Oviedo, se le prendió fuego á la ropa, con tal entensidad, qne sufrió graves quemaduras en todo cl cuerpo. Sin pérdida de tiempo fué auxiliada y conducida al hospital, cu donde falleció licspués de practicársele la prinuí a cura. Tormenta. En Fuensanta (Albaceíe; ha caído un lueríe pe- drisco^ qne ha ocasionado muchísimos daños en las viñas^ olivares v hucí tas. FA [)i!cblo está afligido por haber perdido con lal ciitástrofe toda su riqueza. Curioso.— Un perióíjico ilaiia no publica una noticia que segn- raniente ha de recorrer .i toda la prensa. El raja h de Labore llegará en breve á Europa, Este soberano es gran aficionado á la bicicleta y posee una magnifica máquina de oro macizo, incrustada de zafiros, diamantes y perlas. Añade _| que los velovanen de Paris tratan de or^ja- iiizar luías carreras, en la seguridad de venefei- el Soberano de Labore, á cpuen ha de ser difícil manejar una máquina tan pesada si, como se dice^ es de aquel precioso metal. Dainos la noticia á titulo de cu- minuto se ven millares de imágenes, se lienc infinidad de peosa- niientos; el alma vuelve á ver toda la vida pasada. Después se oye una nuislca ideal unida á la impresión de contemplar un ciclo completamente azul, diáfano, rodeado de nubccillas rosadas. Y la ilusión dura hasta que el que se ha precipitado des,de la cima de la montaña toca al suelo y se estrella. .Parece que lo está viendo. " Tenemos curiosidad por conocer quién ha suministrado al señor Heine esla información. Con seguridad que no ha sido uno de los estrellados. Porque los que se estrellan no suelen quedar para contarlo. EL GÓLEBil Eji TlfliEe Parece ya confirmado que la enfermedad sospechosa que se pade- riosidad, tai como la encontramos ^^ *''^ '^^"8^»' ^^ ^> ""^^^^^ "^"«^^1*0 en cl periódico italiano que la publica. Palo con él. —Los vecinos de j a calle de Mármoles, en Málaga, están alai niados porque hace dias ^.^ndes elogios, considerándoles mas afables que los que enconlra- Se acordaron átiempo.— Las dos señoras inglesas y nn joven, hijo de una de éstas, que snlicron de la Cornña hace un mes, acompañadas por un guardia civil, montadas en pollinos, cnn objeto de hacer un viaje en éstos hasta San Sebastián, llegaron sin novedad; y muy agradecidos del trato que recibieron en los dislrilos montañosos de íSalicía de nuestros paisanos, de los cuales han hecho les ha salido un fanlaMna de nuevo cuño, pues eu vc¡í de blanco sti- ron en la provincia de Asturias. dario va envuelto en fúnebre man-. Continuaron su viaje á Tarbes, en ^ '^*^o'^*- Fraueia, atravesando los Pirineos. El Adriago aparece por el camino de AnEcí[viera, se ocnha en al- ruinosa gnna casa Ija salud en la Habana. - y á las altas Según carias de Puerto Principe horas de la noche se le ve recorrer i que en aquella ciudad y sns alre- algunos tejados de algunas casas. ', dcdores ingleses Fauonia, y Ambis a consecuencia de una falsa maniobra. El /'güo/nVí fué dividido en dos pedazos, smncrgiéndose una mitad del mismo. Desconócense pormenores de e^lc siniesíro. Bnaiati'a:io ©Jiicida, Dicen de Bi)l):io (jne n la riaiTJa amorosa PlISÍllili BL svicieio El profesor Heine ha dado en el club alpino de ZuricU una cuiiosl- sima conferencia, para probar que la muerte, obtenida precipitándose desde una gran altura, es la más cómoda, la más elegante y la mas dulce de todas. Apenas se comienza á caer-^dijo el profesor Heine— se experimenta un bienestar sobrenatural. Ningún sufrimientOj ninguna angusfía, ninguna huella del terror, que es la causa de la mayor paide de estos accidentes; más bien una gra, vedad tranquila, una resignación profunda, una seguridad y una elasticidad extraordinaria del pcn- samienlo. La acSh-idad cerebral se dcsLíi j'jiia (nouiyiosameniei on \\t\ No hay dicha en la tierra Üe niño en cl vano aliño De lajuventud soñando, . ;- Pásela niñez llorando Con todo el pesar de un niño. Si empieza el hombre penando Cuando ni un mal le desvela, ¡Ahí La dicha que el hombre anhela^ ¿Dónde €stá9 Ya joven, fallo, de calma, Busco el placer de la vida, Y cada ilusión perdida Me arranca al partir, el a!ma\ Si en la estación más florida No hay mal qne al alma no duela, ¡Ahí . . La dicha que el hombre anhelút ^¿Dónde estdi La pazcón ansia importuna, Buscó en la^vejez inerte, Y buscaré en mal tan fuerte ^ - Junto al sepulcro la cuna^ Temo á la muerte, y 1» muerte Todos los males consuela, ¡Ahí La dicha me el hombre anjwlüf. ^ . ¿J}ól\d& esta? Campoatmr,