tributo a nuestra condición de mujeres, que hace compatibles con la energía y persistencia y eficaría de arción, la suavidad y delicadeza de procedimientos, Sid fuertes, sed S'.Tefias, seil generosas; u^ combat lis al enemigo, contentaos con ejemplarizarle; no le cedáis un solo pal no de terreno, pero no le causéis w^ solo dolor inútil. Tened insensibles los oídos a la calunnía, ai insulto, pero bien despierta s al menor grito de angustia de un semejante; los ojos cerrados a gestos de burla, a miradas de odio y de desprecio (que no os faltarán), pero avizores pí^ra ver lágrimas que enjugar, injusticias a que poner remedio; la boca muJa a la imprecación, pero rica en palabras para la e. señanza, para el consejo, para el consuelo. Con este procedimiento por norma, con estos ideales por meta, atreveos a todo, dentro de vuestro derecho, mujeres; nada temáis, y sean la perseverancia, la energía, el heroísmo si preciso fuera, no el bélico, si no el de la paz que es más difícil; la tolerancia, esa santa, y bendita, y escasísima tolerancia, sem, digo, vuestras virtudes.