GALLEGO DIARIO MONÁRQUICO PRECIOS DE SUSCRIPCION El Ferrol: un mes, 1 peseta.— Provincias: tres meses, i'BO pesetas.— Ultramar: seis meses, IB pesetas.— Extranjero: un año, 30 pesetas. Eedacclón y Administración: Real 139 y 141.— Corresponsal en París para anuncios y reclamos: Mr. A. Lorette, 64 rué Caumartín. DA EL FERROL Martes 6 de Septiembre de 1898 ANUNCIOS La línea de una columna, ó hueco de ella, en la cuarta plana í cts. de peseta; en la 3.a 10 id. id. — Los de una sola inserción aumentan el 50 por 100. — Los no suscriptores pagarán doble.— Por cada inserción se pagará, además , el impuesto del timbre móvil de i 5 cénts. — Pago adelantado. Húm. 8.837 Y nos figuramos á don Práxedes ha• do de doctor Pedro Recio, natural de Seafaera^nesto de los asuntos que odrán ó no podrán ser tratados en las COyiénese á la memoria, salvas las variando tiempo, lugar y personajes, el capítel0 dei Quijote en que se da cuenta de la rimera comida que hizo Sancho el gobernador, después de tomar posesión de J ínsula Barataria El papel del escudero del famoso hidalgo manchego puede correr á cargo de cualquier diputado ó senador preguntón. Don Práxedes Tirteafuera empuña la yarilla destinada á que las presidencias del Oonsejo y del Senado retiren los maniares parlamentarios que á juicio del d )ctor riojano puedan ser nocivos á la salud de los padres y abuelos de la Patria. Ejemplos: Se levanta un diputado ó senador, pidiendo al Gobierno que dé explicaciones acerca de los desastres de Oavite y Santiago de Cuba; ó inmediatamente empuñará el doctor la varita consabida, diciendo al preopinante: —No en mis días; que yo debo velar por la salud del sistema parlamentario en las personas de los diputados y senadores; y hablar ahora de cosas tristes puede pro- ¡ ducirles melancolía, y ésta, ya es sabido, i origina grandes enfermedades que ponen 1 término á la vida. —¡Pero los fueros del parlamentarismo, el respeto á la legalidad!... — exclamará quizás algún Sancho irascible. —Ya lo dijo O'Donnell, que para mi tiene tanta autoridad como Hipócrates, porquo supo ser presidente del Oonsejo de ministros cinco años seguidos, — contestará don Práxedes. — Todo hartazgo. es malo, pero el empacho de legalidad es pésimo. —Pues en ese caso, — replicarán los padres y abuelos de la Patria, resignados, ya que no convencidos, — diga su señoría en qué platos parlamentarios podemos meter la cucharada sin que nos los apalee ni los quiten de nuestra vista oomo en el juego de Maese Coral. —De perlas que no de corales, — dirá don Práxedes— tengo dos asuntos pintiparados para las más grandes tragaderas parlamentarias. Es el uno que prestéis vuestra aprobación al decreto que á espaldas vuestras he dictado suspendiendo las garantías constitucionales; el otro, que autoricéis á negociar la paz con los yankis, cediéndoles todos los territorios sean necesarios para obtenerla. DesPiés de lo cual podéis iros á la cama, que yo os prometo en otra legislatura, cuando todo me lo haya guisado y comido y la cosa no tenga remedio, un buen desquite Parlamentario, con el que, si no podréis Rendar mis yerros, ejercitaréis el derecho del pataleo, y tal vez saldréis ganando. Si no metéis cucharada, os libro de reshabilidades. escala de reserva sin perjuicio de ir dando lalida más adelante á esa escala. Se comprende, pues, que entre las clases militares y los diputados que de ellas proceden no tenga gran aceptación la idea de colocar á los jefes y capitanes excedentes en destinos civiles, suscitando contra ellos la animosidad de los empleados que por tal motivo cesarán y de las clases á que éstos pertenecen, ni tampoco de la de encargarles de un catastro que, por la falta de recursos, elementos materiales y personal subalterno auxiliar, sería una mixtificación para el país. Las soluciones han de buscarse dentro de la organización militar. Los jefes excedentes aceptarán de seguro el pasar algún tiempo en situación pasiva, descansando de las fatigas de la campaña, aunque sufran alguna reducción en sus haberes; para los capitanes no será tan difícil hallar hueco en los cuadros orgánicos de zonas y reservas, y en cuanto á los subalternos, ya hemos dicho que no hay excedentes, sino falta de número en todas las armas y cuerpos. Por lo que hace á la escala de reserva, la posibilidad de destinarlos á situación de provincia mientras se arbitran otras soluciones, hace que no constituya dificultad considerable su regreso. Después, por medio de hábiles medidas de amortización en las clases menos atrasadas y facilitando los retiros, podría irse ¡ reduciendo ese excedente, que no alcanza I ni á la tercera parte del que resultó ai fiI nalizar las guerras civil y anterior de | Cuba. I Asunto es éste al que debe el Gobierno | y la prensa consagrar su atención, pero | partiendo de cifras exactas recogidas en I los escalafones. ocupaban nuestras tropas, las cuales tuvieron que acampar en despoblado, sufriendo grandes lluvias, causa de la disentería y el paludismo. Prueba de ello es que la mayoría 5é los enfermos lo están desde que se suspendieron las hostilidades. Los enfermos encuóntranse á bordo en las peores condiciones. De los ocho coroneles que_ había en Santiago de Cuba ha sobrevivido únicamente el Sr. Aldea, que viene en el Couadonga. Dúdase que el crucero auxiliar Meteoro, allí anclado, pueda alojar á los enfermos. El Covadonga presenta un aspecto tristísimo. Los soldados yacen amontonados sobre cubierta á causa de la disentería. Algunos grupos están echados entre inmundicias. Pasan de 700 los enfermos de paludismo, de anemia y de debilidad general. Hay pocos tuberculosos. Lo que necesitan todos ellos es otro aire. La aglomeración en la enfermería ha proporcionado trabajo constante al médico y al capellán. Desde que el barco fondeó en Santander han muerto once soldados. El barco trae patente limpia, sin infección á bordo. El «VillaYerde.» De un día á otro se espera en Vigo el vapor Villaverde, segundo de los destinados á aquel puerto con repatriados. A este seguirá el Cheribón. Ya han embarcado con rumbo á España todas las fuerzas españolas que se hallaban en Santiago de Cuba. Los repatriados. Información regional. de anidi- ^ siendo esto asi, en Dios y en mí Düí fctor arnigo, que hacen bien los ¡¿pos en quedarse por San Sebastián, y Ro rí lna* ^0a P01^^003 ea su empeg . 8 ^larar si las reseñas de las sesiones ^ o no sometidas á la previa censura, do Q11- Sns lecfcore3 el capítnlo del citaWi-jote, y saldrán mejor servidos. la oficialidad repatriada diCo A í,^a^0.s militares dice un perióauunQ^ ^drid, se reúnen hoy, como ^oficiar!?3' para ocnparse del destino de v andad que regresa de Cuba y Puer- '•OOQ^f1 P^iódico dice que se calcula en ^Wn n^mero de esos jetes y oficiales, ^ el cl^6 ^'^^ pueden tener colocación iíndo y Para los demás se vienen ílsos p J1aca1ntes desde hace meses, ^ero ¿aiC|ilos están equivocados. El nú^^ilaHgeüerale8' jefes, oficiales v de sus D^O en o e?lstentes en 1.° de Enero úlái^e lo. y Puerto Rico asciende á gue unos 2.800 pertenecen reserva y el resto (3.678) e éstos,3.700 — números re- í1- de JrP^enecen á las plantillas (al t ne8 que Península); de los 66 batal0U5n Egresan á ocupar aquí supues- X^rán^í^^^ ^e^SO^Íos que eñMr en . aH^ el destino que deiaron pa d^e4tar?1Sl0n á Ultramar. oSCe á 1& oní pUe?' ^ el problema se refc^s di 00aClón de unos 2-0u0 .Íeíes y ty?^ de r. ?,8?ala activa de todas las 6> ^ la °tpllán inclusive á coronel, ¿e(i^tes- ;aS1esJ de subalternas no hay ^ci0ll d' y al destmo por lo pronto, á u« Provincia de unos 2.800 de la Del «Isla de Lazón». Cumplida el viernes en Vigo la cuarentena por el buque-hospital Isla de Luzón, comenzó el desfile de las tropas repatriadas. Durante su permanencia en el lazareto fallecieron 32, que con los arrojados al mar en la travesía suman 64. En el lazareto recibieron sepultura, entre otros, los marineros Cristóbal Cueyas Díaz y José Antonio Morgaro. La población de Yigo se condujo hu manitariamente al paso de los enfermos. Como las camillas eran de campaña iban los enfermos con la cara descubierta, dándoles en ella el sol, un sol abrasador. Algunos de ellos procuraban resguardarse ! de los rayos solares, tapándose el rostro con las manos; otros ni fuerzas tenían para eso, y el sol caía á plomo sobre la demacrada faz. De la multitud salieron entonces mujeres y hombres que, con sombrillas, acompañaban á cada enfeimo, defendiéndole de aquellos molestos rayos, hasta dejarlo en el hospital. Los enfermos se acomodaron en los diferentes hospitales preparador, distribuyéndose en la siguiente forma: Exconvento de monjas, 69. Escuelas del Arenal, 71. Castillo de San Sebastián, 8. Sanatorio de la Cruz Roja, 27. En el Lazareto quedan 46 que serán trasladados á Vigo tan pronto su estado lo permita. A bordo del crucero auxiliar Rápido fueron alojadas las fuerzas sanas de la Marina, entre las que iba el teniente de navio Sr. Bustamante. A dicho buque pasó también la sexta compañía de Alcántara que no pudo marchar ayer por no permitirlo la capacidad del tren militar. El general Escario salió en el tren corret) para Madrid. El general Rubín permanece en Vigo. El «Reina Cristina». Fondeó á las ^eis de la mañana del sábado en la Coruña. Procede de la Habana. Hizo la travesía en 12 días y medio. Condujo 879 pasajeros, incluyendo los individuos de tropa. Para Santander conducía 692 pasajeros, de ellos 637 soldados enfermos y heridos, pero dpdo el estado gravísimo en que 38 de ellos se encontraban, tuvieron que desembarcar también estos últimos en la Coruña. Van pues para Santander 499 repatriados del Ejército de Cuba. Eran innumerables las personas que de la Habana deseaban venir en el Reina Cristina, Entre el pasaje vinieron el general de brigada D. Julio Fuentes y el teniente general D. José Valora. En la travesía fallecieron cinco soldados y dos paisanos. Las vendedoras de pescado en la Plaza de Abastos hicieron una cuestación entre ellas para socorrer á los soldados llegados en el Reina María Cristina. Recaudaron 59 reales menos cinco céntimos. Invirtieron esta cantidad en comprar leche y bizcochos. El Cristina fué despachado para Santander. El día 20 saldrá de aquel puerto, y el 21 del de la Coruña, conduciendo pasaje, carga y correspondencia para la Habana. Del «Covadong-a*. Dicen de Santander, donde ya anunciamos oportunamente que había fondeado este buque-hospital, Covadonga, que el aumento de los enfermos se debe á que los yankis se instalaron en los cuarteles que En la Escuela de Artes y Oficio Compostela se halla abierto un concurso para adjudicar una pensión de 500 pesetas. — Ha sido nombrado fiscal municipal de Santiago y delegado del de la Audiencia, el abogado D. Q-ustavo Várela Radio. — Un periódico de Pontevedra pide al alcalde de aquella ciudad que adopte medidas enérgicas contra los blasfemos. — Por acuerdo del Ayuntamiento de Vigo quedarán suspendidos los conciertos nocturnos de la alameda mientras dure el desembarco de los repatriados. — Hállase vacante la plaza de médico municipal de Friol, dotada con el sueldo anual de 999 pesetas. — Ha sido denunciado y suspendido el Ayuntamiento de Laza (Orense). — Según el Eco de Lemas, en la Estación de Monforte los soldados gritaban desde - las ventanillas ae los coches: «Ladrones de Monforte que cobráis á doble precio el agua y los refrescos.» Sin comentarios. — Los tahoneros de Vigo han acordado facilitar gratuitamente seis bollos de pan al día cada uno para los soldados repa triados de Cuba. — Debido á las gestiones del diputado por Vigo Sr. Urzaiz, parece un hecho la construcción de un cuartel en aquella ciu dad. El ayuntamiento pagará el terreno y tendrá 30.000 metros de extensión y será en lugar apropósito para el caso, gún dictamen de los ingenieros militares. — Dicen de Tuy que está próxima á terminarse la colocación del hermoso puente metálico que une el embarcadero de Santo Domingo con la calle del mismo nombre. ojos, camino de la sepultura, aquella leyenda que atribuía al ejército español cualidades que no tuvo ningún ejército del mundo. Traen estos recuerdos y vienen tristes, muy tristes, enfermos, muy enfermos, parece que la muerte se asoma por sus ojos... Pero ¿cómo vamos á reanimar á ese moribundo glorioso? Nada hay que atormente tanto como la ausencia de la esperanza. El daño mayor del condenado no está en las llamas que abrasan su espíritu, sino en carecer de la vista de Dios, y en la horrible seguridad de que nunca jamás ha de gozar de su inefable presencia. En cambio, parece como que se aminoran los sufrimientos y se amenguan los dolores cuando vemos, aunque sea á lo lejos, una esperanza que nos acaricia, un porvenir que nos sonríe. La esperanza es el báculo en que nos apoyamos para cruzar los ásperos senderos de la vida. Si dijéramos á esos soldados, á esos soldados que mejor que natUe representan el espíritu de la patria, que van á ser eternas es^as desdichas y perennes estos quebrantos; si se les hiciera comprender que van á escapar al castigo los causantes de sus infortunios y los colaboradores en sus ilesastres; si se les llegara á convencer de que se ha escrito ya para España el «lasciate ogni speranza» que aparece en la portada del infierno dantesco, seguramente desearían morir; la vida así es muy obscura, es muy pesada, es demasiado tiiste para que nadie la prefiera á la muerte, que premia con la inmortalidad y con la gloria á las almas honradas. Si se quiere reanimar al moribundo; si se desea levantar sus fuerzan decaídas y sus ánimos abatidos, hagámosle saber que todavía no es imposible la salvación. Todo estriba en la elección de camino. Tomamos por la izquierda y hemos llegado al borde del abismo. Llegaremos hasta el fondo, si no retrocedemos en seguida para tomar la derecha. Por este lado ha de venir luz para los ojos, oxígeno parala sangre, íuego para los corazones, energías para los músculos, sensibilidad para los nervios de esos pobies soldados... vite, y de los cuales {algunos se encuentran actualmente en San Francisco de Malabón; consiguiéndose por este medio aliviar algo la suerte de aquellos desgraciados. Los acuerdos de la Sociedad Económica toledana han producido excelente electo en la opinión. Todas las clases sociales se proponen influir poderosamente en favor de tan humanitaria idea. Lleuda del Sr. Díaz Moreu. LOS DOS CAMINOS Habla el Heraldo de lo que ha sido nuestro soldado Cuba, y escribe:... desarmado, triste, con su juventud herida de muerte poi cruel enfermedad y por el desengaño del vencimiento, reanimemos entre todos á ese moribundo glorioso: — ¿Si acaba de morir qué es lo que aquí queda como nación? ¡Reanimemos al soldado! Demos luz á sus ojos, oxígeno á su sangre, fuego á su corazón, aire puro á sus pulmones, energías á sus músculos, sensibilidad á sus nervios. ¡Reanimémosle! Se recomienda al cristiano que consuele al triste, y esos pobres soldados traen sus almas sumidas en la¡tristeza, traspasadas por hondas amarguras. Allá, en América, han dejado cosas que se aman entrañablemente; al separarlos de ellas lloraron, lloraron como si les arrancaran pedazos del corazón. Dejaron allí el Maüsser, su mejor amigo, el perpetuo acompañante, el que recostado amorosamente sobre sus hombros acecha ba siempre al^ mambís que meditaba si niestros propósitos; las cenizas de la bandera del batallón que tantas veoes vieron fiotar sobre sus cabezas juveniles, y que parecía decir á todos «no me abandonéis, hijos míos, que soy el símbolo de la patria;» al compañero infortunado que cayó en la emboscada y quedó allí, en medio del c impo, velado en su eterno sueño por los buitres que acudían á disputarse los fúnebres despojos. Han dejado, sí, en I América, muchas cosas, juventud y salud, | frescas y lozanas ayer como árbol en me- I dio de la primavera, marchitas y abatidas I lia llegado á Madrid el Sr. D. Emilio Díaz Moreu, comandante que fué del acorazado Cristóbal Colón. A causa de no haberse anunciado su llegada, en la estación había muy pocas personas, entre las cuales figuraban algunos compañeros del Sr. Díaz Moreu. Desde la estación se dirigió á su domicilio, y después de comer, á la una y media, se dirigió al ministerio de Marina, celebrando con el Sr. Auñón una entrevista que duró más de dos horas. Respecto de los propósitos del Sr. Díaz Moreu, las personas que han teni lo ocasión de hablar con él dicen que se mués tra reservadísimo, hasta el punto de que no refiere nada del viaje de la escuadra. Sin embargo, hemos oído asegurar de nuevo que se: propone hablar en el Congreso en defensa de sus compañeros de la escuadra de Cervera, h, los que se han di rígido tan apasionados ataques. Sobre este particular dicen los ministeriales que el G-obierno no le consentirá hablar, creyendo preferible que lo haga el ministro del ramo. Sin embargo, el se ñor Díaz Moreu, oomo actor y testigo pie sencial de los sucesos, puede contribuir á su esclarecimiento, y no vemos por qué se ha de coartar á los marinos el derecho de defensa por conducto de los miembros del cuerpo que tienen asiento en las Cá maras. Después de visitar al ministro de Marina, ha estado el Sr. Díaz Moreu en el do micilio del Sr. Sagasta. La entrevista ha sido corta, y el exco mandante del Colón se ha limitado á decir que había ido para saludar al jefe del G-obierno. ün obispo de Yelntioclio años. El nuevo Obispo de Kulm es probablemente el represe utante más joven del episcopado europeo. Es, de todos modos, el único prelado de la grey católica que I pertenece á una dinastía real que actualmente está reinando. Es el Príncipe Maximüiano Q-uillermo Augusto Carlos Alberto Gregorio Odón de Sajonia, quinto hijo del Príncipe Federico Augusto de Sajonia, y sobrino, por consiguiente, del Sobeiano actual. Nacido en Dresde el día 17 _de_ Noviembre de 1870 no tiene aún veintiocho años cumplidos. Educado en la religión católica, como todos los indi- ' víduos de su familia, se hizo notar pre- | maturamente por una devoción excepcio- n nal. Terminada su primera enseñanza, si- I guió los estudios en la Universidad de \ Leipzig y recibió el grado de doctor en derecho. Después, influido por los Padres i Jesuítas, se decidió á recibir órdenes. El Rey y la Reina, que no tienen hijos, se opusieron vivamente al principio á ese proyecto; pero la vocación del príncipe parecía tan firme, que no se atrevieron á contrariarla. Después de un corto noviciado, el príncipe Max fué nombrado, en 26 de Julio de 1996, capellán de Santa Walbourge, en Eickstalt. Se trasladó pronto á Londres y durante cerca de dos años predicó en Whitechapel, es decir, á los auditorios más miserables que se puedan conocer. Según parece, es muy elocuente y obtuvo muchas conversiones. Más tarde predicó en la capilla real de Dresde, en presencia del Rey, la Reina, su hermana y sus hermanos, y produjo en su real auditorio profunda impresión. A consecuencia de un sermón cuaresmal predicado en la corte, se le concedió la mitra y el báculo. Iniciativa importaate! del La Sociedad Económica de amigos país, de Toledo, acaba de celebrar una importante sesión, á la cual hai concurrido todos sus individuos. El presidente expuso que el objeto de la reunión era dirigir al Gobierno una respetuosa instancia, primare en súplica de que ordene la repatriación inmediata de los soldados enfermos en Filipinas, y segundo, que emplee cuantos medios estén á su alcance para obtener, sin esperar el resultado de la conferencia de París, la libertad de los miles de españole ?, tanto civiles como militares, prisioneros de Aguinaldo, expuestos á ser víctimas del salvajismo de los tagalos y de las enfermedades que acarrea un cautiverio largo y en penosas condiciones. En pro de esta idea se pronunciaron elocuentes discursos, acordándose poner en práctica el pensamiento é invitar á las demás Sociedades Económicas de España para que coadyuven á tan patriótico como humanitario pensamiento. Opina esta Sociedad Económica que el Gobierno español acogerá la idea, apoyándose en lo establecido en el convenio internacional de Ginebra., No cree que los norteamericanos opongan dificultades á su realización. Sábese de una manera positiva que hoy como árbol en medio del invierno; \ nuestro embajador en P tris, Sr. León v han aejado sus ilusiones y sus esperanzas, j Castillo, consiguió del Gobierno francés ilusiones sonrosada? como el triunfo, espe- ; que el almirante de su escuadra en Maniranzas alegres como el eco de la victoria; í la intercediera en favor de los prisiononanvist) pasar ain por delante de sus ros españoles, hacinados entonces en Ca' ELECCIONES Hallándose próximo el día en que han de verificarse las elecciones paia diputados provinciales, publicamos la designación de colegios en que se halla dividido el término municipal de esta ciudad con la de los locales en que se hallan establecidos, y los electores que deben votar en cada uno de ellos: Primer Distrito. Sección Primera. Casa escuela de niños de Esteiro (Cuadro de Esteiro núm. 16.) Yotan aquí los electores de las callea de Adán y Eva, Barquillo, Campo de Batallones, Caranza, Colón, Cuadro de Esteiro, Ensenada, Campo del Q-asómetro, Jesús María, La Salud, Mendizabal, Moreno, Aldea de Recimil, San Carlos, San Fernando, San Luís, San Pedro, Santa Bárbara, Santa Clara y Taxonera. Sección segunda. Casa Escuela de niñas de Esteiro (callo de San Carlos núm. 46.) Votan aquí los electores de las calles del Campón, Empecinado, Espoz y Mina, Muñoz Torrero, Muralla, San Agustín, San Nicolás, San Ramón, San Roque y Animas, San Sebastián, Soto y Velázquez. Segrnndo distrito. Sección primera Casa Consistorial. Votan los electores de la Plazuela de la Angustia, calle del Carmen, Iglesia, Rochel á Castañar (números 1 al 29 y 2 al 64) Magdalena de San Juan á Castañar (1 al 51 y 2 al 68), Pardo Alto, Pardo Bajo, Olvido, Cantón de Molíns, Rochel, San Amaro, San Andrés, San Isidro, San José, San Juan, Real, de San Juan á Castañar (números 1 al 59 y 2 al 42), Huertas y San Ignacio. Sección segunda. Almacén parque de bombas, (calle de María número 20). Votan aquí los de las calles de Castañar Dolores, de Castañar á San Eugenio (números 1 al 45 y 2 al 46), Galiano, María, d^ Muralla á San Eugenio (números 1 al 95 y 2 al 104) y Sol, de Muralla á San Eugenio (números 1 al 77 y 2 al 96). Tercer distrito. Sección primera. Gasa escuela de niñas del Centro (calle de la Magdalena número 118). Votan aquí los de las calles de la Igle- «r' fe11C?;stSilar Eugenio (números 66 al 112), Paseo de Suanzes, Magdalena, a?97 v 70^1 1 1fi?r^E,fg5Q1^ Omeros 63 al 97 y 70 al 116), Real, de Castañar á San Eugenio (números 61 al 109 y 44 al 88) I Sección segunda. \ Casa escuela de niños del Centro foalle de Magdalena núm. ^ al19 Votan aquí los de las calles de Cánido, Plazuela de Sánche. Aguilera, Almendra Pardinas, Aldea de Cánido, Alegre y SftB I Eugenio. Coarto distrito. Sección primera. Casa escuela de niños del Hospicio (calle del Sol núm. 117.)