Gotfea ia oon la de los Estados Unidos, 0oniPal? iinamente como 1 : 3, lo que me egbá Pr^ecer un sutíño que raya en el deb&oe p nsar con esta fuerza, extenuados liri0' p iarora guerra como hemos sostenipor taü Ajecer el bloqueo de ningún ¿o 611 ríe los Estados Jnidos. Una camuert0^(Í+rS,. ellos será hoy día defensiva contra p»^" , osa á menos de contar con alianó «Ayer he recibido su carta del 28 y siento muchísimo la penosa impresión que han causado mis reflexiones; pero no me extraña, porque son bien dolorosas y todavía quizás por debajo de (a realidad, pues así se deduce de todo cuanto se toca. Ahora mismo se ve la prueba, pues la dificultad para adquirir casquillos para el Colón es la falta de recursos, en vísperas, tal vez, de omprenier la guerra contra la nación más rica del mundo. Y no quiero extremar ,nás esto, porque no conduce á nada práctico; pero cuanto detalle se toca pone de manifiesto, tan pronto nuestra falta de recursos, tan pronto nuestros defectos de organización; pero, en resumen, nuestra falta de preparación para todo. dejaría de ser derrota que nos haría perder la isla en las peores condiciones. Aun suponiendo lo improbable, es decir, que obtuviéramos una victoria, no por eso cambiaría el resultado final de la campaña, porque el enemigo no se daría por vencido; y es insensato que pretendiéramos vencer en riqueza y producción á los Estados Unidos, que se repondrían mientras nosotros agonizábamos victoriosos, dando lugar á que el resultado final fuese un desastre. Sólo en el caso de contar con una poderosa alianza, podríamos aspirar á obtener un resultado final halagüeño; paro sobrt. que sería necesario descantar ei subido precio que tendría hoy para nesotros una alianza poderosa, aun así no haríamos más que aplazar algunos años el conflicto, que resultaría más agudo que hoy, como hoy lo es más que en la sublevación pasada. Y aun admitiendo la conservación de Cuba, ésta nos costaría enormes sacrificios, originados por la necesidad de mantenernos armados hasta loa dientes, y el problema se presenta como ya ha Í ido Tercera Orden y la Conferencia del Boperillo en la misma O. T. de San Francisco, á las cinco de la tarde de cada dos martes. La Escuela Dominical, á cargo de una juntado señoras, funciona todos los domingos del año, desde las tres de la tarde, en uno de los salones bajos del Hospital de Caridad. Ningún específico para curar los callos puede competir con el «Callicida Eaorivá». Su autor, el farmacéutico D. J. Escrivá, de Barcelona (Fernando VII, 7), nos dice que durante los diez años que viene fabricándolo, ha expendido más de 4000.000 frascos á seis reales cada uno. Imp. de EL ÜOBBBO GALLWJO. ANUNCIOS Yo he creído llenar un deber diciendo sin f planteado por álguien. ¿Vale la isla de ambajes ni rodeos á quien debo decirlo cuál es mi opinión, y después venga la voz ejecutiva, que será puesta en práctioa con energía y decisión, y oon resignación á lo que pueda venir.» Si el dominio del mar queda á merced de nuestros adversarios, inmediatame ite serán dueños de los puertos que deseen de la isla de Cuba que no estén fortificados, contando, como cuentan, con la insurrección, y en ellos se apoyarán para sus operaciones contra nosotros. El transporte de tropas á Cuba, se haría dificilísimo por lo aventurado del éxito, y la insurrección, sin el freno de nuestro ejército, que de día en día se iría aflojando y con la ayuda de los americanos crecería rápidamente, aumentando lo fatídico de su aspecto. Tristes son estas reflexiones; pero creo _ , I en mí un deber ineludible sobreponerme e3tá hecha la comparación de un modo | 4 toda COQ8Ídei.aoión personal y exponer juicioso. Comparando los desplazamientos, tenemos para los acorazados 41.689 toneladas en los Estados Unidos contra 30.917 nosotros; para los cruceros acorazados 17.471 toneladas ellos contra 6.840 nosotros; en los cruceros protegidos 51.098 toneladas ellos contra 18.887 nosotros, y en cruceros rápidos no protegidos 6.287 ellos y nada nosotros, ó sea en total de marina útil para toda clase de operaciones 116.446 toneladas ellos contra 66.644 toneladas nosotros, ó sea poco menos de la mitad. En velocidad son nuestros acorazados superiores á los suyos, pero no á sus cruceros acorazados; y en los demás tipos somos inferiores en andar. Comparando la artillería que montan, admitiendo que se pueda disparar cada diez minutos el número de tiros consignado en el respectivo estado, y que splo disparen la mitad de las piezas de calibre in- lealmente á mi patria los recursos con que creo que cuenta, para que sin ilusiones se pese el pro y el contra, y después, por medio del ü-obierno de S. M., que es su órgano legítimo, pronuncie su fallo, en la seguridad de que sus decretos encontrarán en todos nosotros enérgicos, fieles y decididos ejecutores, porque sólo tenemos un lema: «el cumplimiento del deber.» Más defleiencias.— Debemos la verdad á la patria. «Cuando teoibí ayer — escribía el 26 de Febrero el almirante — la carta, en la que, entre otras cosas, me preguntaba si el Colón podría salir á haoer ejercicio de tiro al blanco, al par que contestó que el buque estaba listo, me ocupé de ver que se recargaran los casquillos que empleara, y resulta que no hay horno en que puedan recibir el recocido que necesitan ni aparato para recalibrar los casquillos, volvién- íerior á 20 centímetros, y suponiendo que | dolos á las dimensiones que pierden por la la eficacia de cada tiro de ios calibres de 82,30,28,25,20,16, 16,14, 12, 10, 7,5, 5,7,4,2 y 3,7, esté representada respectiTamente por los números 328, 270, 220, 166, 80, 41, 33, 27, 17, 10, 4, 2, 1 y que s jn las centenas de los cubos délos números que representan sus calibres, expresados en centímetros, tendremos que la fuerza artillería de los acorazados americanos estará representada por 43.822, y la de los nuestros por 29.449; la fuerza de los cruceros acorazados de los Estados Üuise representará por 13.550, y la de jmestro Colón por 6.573; los cruoeros proagidos de los Estados Unidos estarán rePjesentados por 62.72o, los nuestros por 14,600; los cruceros sin protección de los Jetados Unidos tendrán su fuerza de arriería representada por 12.300. En resu- dilatación; de suerte que resultan inútiles las cargas de respeto que trajo, que son 72 por pieza. Hoy remití el oficio que anuncié ayer: tristes y desconsoladoras son sus conclusiones; ¿ Pero estamos en el caso de hacernos ilusiones? ¿No debamos lealmente á nuestra patria, no solo nuestra vida, si es necesaria, sino la exposición de lo que creemos? Yo estoy hai e tiempo inquieto por todo esto: me pregunto si me es lícito callarme y hacerme solidario de aventuras que causarán si ocurren, la total ruina de España, y todo por defender una isla que fué nuestra y ya no nos pertenece, porque aun cuando no la perdiésemos de derecho con la guerra, la tenemos perdida de hecho, y con ella toda nuestra riqueza y una enorme cifra de hombres jóvenes, víctimas del c'^ ma y de Un telegrrama de Yiliaamil. < «En la mar, 5 de Mayo de 1898.— Querido Juan: Para nuestra colección de documentos creo conveniente que tengas la adjunta copia de un telegrama particular de Villaamil á Sagasta, que te envío por dos cazatorpederos que destaco á la Martinica en busca de noticias. A bordo de los Duques no hay novedad, y el espíritu es excelente. ¡Veremos la suerte que el Señor nos reserva! Euidifiuitiva no es dudosa, ¡pero si tuviéramjsla fu-tuna de empezar dando un buen golpe! Dios esté oon nosotros. Adiós; muchas cosas á los tuyos, etc. — Pascual. Telegrama.— Di* 22 Abril 1898.— Madrid.— Práxedes Sagasta.— Ante trascendencia que tendrá para la patria el destino dado á esta escuadra, oreo conveniente conozca usted por el amigo que no teme las censuras, que si bien como militares están todos dispuestos á morir honrosamente cumpliendo sus deberes, creo indubitable que el saenfieio de eite núcleo de fuerzas navales será tan seguro como estéril y contraprodacente para el término de la guerra, si no se toman en consideración las repetidas observaciones hechas por su almirante al ministro de Marina. — i. Villaamil.-» Hás datos sobre nuestra inferioridad. — Peiigros i ara Filipinas. Todavía insistió más extensamente el comandante general de la escuadra presentando datos, que no dejaban lugar á duda, sobre la inferioridad de nuestras fuerzas navales. «El examen de nuestras fuerzas — decía en 25 de Marzo,— basado en lo que sabía y en recientes observaciones y noticias, no solo me confirman en la que dije, sino que aún lo ponen en peor término. He visitado la Vitoria, con la que contaba, y de la visita he sacado la convicción de que no podemos contar con ella para el conflicto actual. Las noticias que tengo tampoco permiten contar con el Pelayo, Carlos V ni Numancia, y, sin embargo, como no es opinión formada por observación propia, los dejo figurar en el adjunto e^ tado. Cualquiera que sea el giro que se le dé al conflicto, ya sea la guerra, ya negociaciones directaff ya por mediación de un tercero, árbitro ó no, mientras más tarde en resolverse, peor para nosotros; porque si es la guerra, nos cogerá más extenuados mientras más tarde llegne, y si es la Cuba la ruina de España? (Silvela en Burgos.) No trato de la cuestión del corso, porque me parece que no hay ningún hombre que conozca la historia que dé valor alguno á las empresas de los corsasarios, hoy casi imposibles por las necesidades de los buques modernos. (Se continuará). CLASES TEORICO PRACTICAS DE Francés, Ingles, Aritmética faastil j Partida doble FERNÁNDEZ Y MANZANO REAL. 134, BAJTO Kúm. 235 —76—62 ULTIMA HORA (POR TELEGRAFO) De nuestro correspcnsal Sr. Almodóbar. enlista Br. Garrido. £1 lio de los hombres "nuevos,,. Urgente. — MADI ID 7, 9 m. M Sr. Canalejas en su discurso de Hellin, del cual ya telegrafié el extracto, manifestó que si el general Polavieja llegase á entenderse con el Sr. Silvela, rompería los lazos que le unen con el general. Cuanto á su vuelta al seno del fusionismo, declara que es inexacto cuanto se ha dicho sobre el particular. Detallas del naufragio del "Teresa,,. Urgente. — MADRID é, 9 m. Se conocen algunos detalles relativos al naufragio del Infanta Teresa. Navegaba este crucero con rumbo á Oharle^ton, sobreviniendo una tempestad que le hizo zozobrar. El remolcador yanki Vulcán recogió á la gente que lo tripulaba, entre la cual se contaban 18 cubanos. Consulta diaria para todas las eníermedades y operaciones de los OJOS. Calle Real 37, de cuatro y media á seis de la tarde y de siete á cono y media de la mañana. Gratis á los pobres, 26-3 ACADEMIA MUSICAL DE BAIIMIA, GUITABRA Y ÜÜD por música, cifra ó al oído. De cinco de la tarde en adelante, PLAZ.V VIEJA (casa de Leiceasra tercer piso, derecha.) 12-2 AUREOLINA ONIREM" Para dar á los cabellos blancos y negros un hermoso color rubi muy permanente ó idéntico al natural. Unica casa de venta en el Ferrol, la guantería y perfumería de Cesar Hyde Angueira. Núm. 325.-Alt.-13-13 BOLETIN RELIGIOSO Cultos. En todos los templos se reza diariamente el Santo Rosario, al toque de oraciones, seguido de ejercicio esiiritual en las tres parroquia. En Doloress, losvierne , á la misma hora, se hace el Via Crucis. Comunión y Ejercicio del Apostolado de la Oración, en San Julián y el Socorro, el primer viernes, y en las Angustias, el segundo domingo de cada mes. PIANO informarán. Se vende uno alemán nuevo, muy barato. En esta redacción Núm. 371.-2 Hallazgo de un canario en la mañanp ^ día 2. Con el recibo de pagado este anuncio y previas las % del pájaro, puede el dueño recogerlo eu Galiano, 9, 1.° Núm. 372— 2—^ Sellos usados. Misa diaria; en las Angustias á las 7; en negociación, de cualquier gónero^que sea, I el Asilo de las Hermanitas á las 6; en el vendrá después que los Estados Unidos hayan planteado muchas más exigencias, cada vez más irritantes, á las que habremos tenido que ceder para gauar tiempo, con la vana esperanza de mejorar nuestra situación milicar. Y supuesto que nueatra situación no ha de ser mejor de lo que es, veamos qué podemos esperar de la guerra en tales condiciones. Insensato sería negar que lo que racionalmense podemos esperar es la derrota, que podrá ser gloriosa, pero no por eso Hsopital Militar á las 5 1x2; en Dolores á I las 11; en la Tercera Orden á las 9 en el j Hospital de Caridad á las 8 y 1[2, y en la | Enseñanza, á las 6 li;2. Conferencias j escuelas de caridad. La Conferencia de socios de San Vicente de Paul celebra sus sesiones los sábados después del Toque de Oraciones en la sala capitular de San Julián; y la de señoras, los jueves á las tres de la tarde, en la Se compran los sellos usados antiguos y modernos de Cuba, Filipinas y Fernando Póo. Los de España antiguos. Real, 130 bajo, «La Perla.» Núm. 361.- Alt -6 AGENDAS DE BUFETE EN "EL CORREO GALLEGO,, Nuncios de oreferencia LA ROSA DE ORO PLATERIA Y RELOJERIA Jl)SE LOPEZ Y FERNANDEZ ei^e acaba de recibir un variado surtido bi¿ H ría de 0ro y plata, así como tamacero ^ toda^clase de relojes de oro, plata, ¿V3^ Casa S6. ^acen tü^a c^ase ^e com' 164 BIBLIOTECA DÉ ÉL CORREO GALLEGO ^fcííMAS t VERDUGOS íóí ^stu 86 ^o611 tüda clase 016 com" siste^3 611 a^aJas y relojes ^e todos los f&rirIri^s,,,Para la cual se cuenta oon ope10:3 idóneos. tleal 107, (trente á «El Anteojo»). ^ Núm. 270.-75-42 El domingo 13 de Noviembre, á en once de su mañana, tendrá lup^pjj Notaría de D. Gumersindo Ló? caga J 0'Ja vení:a 613 pública subasta de i4 caiifT? ^S?8 ouerpos y desván núm. 6 de ^ri0i tí ae San Pedro. Informa dicho No- Núm. 367 alt.-6— 4 SOUTULLO c DEDICO-CIRUJANO WLTA: de 12 á 2. 118 Para los pobres. ^AXXAWO 13. Núm. 364 — 15- mente en los presos, que andaban de un lado á otro matan do como podían su fastidio, ó comunicándose respectivamente sus pensamientos, conjeturas esperanzas ó temores. Augusto, aprovechando esta actitud confiada de la carcelera, dejaba de vez en cuando su trabajo para asomarse á alguna de las rejas que caian al patio, y de allí ver el rostro de su hermana, que atenta siempre, pero sin descuidar la precau ión necesaria, miraba con ojos ansiosos al punto donde se tramaba el atrevido proyecto, cuyo éxito feliz la interesaba tan vivamente. En una de estas veces que el joven se asomó, hizo á Matilde una seña^ dándole á entender que todo iba á pedir de boca; la joven le respondió con un gesto que parecía significar algo más que una simple felicitación, y en el momento en que Augusto cavilaba para comprender estas señas de sentido especial al parecer, vió de pronto asomar por sobre el hombro de su hermana la cabeza de un joven: Augusto no le conoció al pronto; pero ¡cuál no fué su júbilo al comprender que era su hermano mayor, recién llegado en aquel mismo instante de la Vendée y conducido allí por Dubois, que había ido á esperarle! — Ya somos tres, ¿quién podrá nada con nosotros?— se dijo á sí mismo nuestro carpintero, figurándose, en el ardor de su alegría, que con el refuerzo de su hermano tenía bastante para desafiar á todos los carceleros y republicanos del mundo. Agitado entonces por el deseo de comunicar al preso esta dichosa nueva, recogióse un momento, é inspirado por su misma emoción, compuso y cantó la siguiente estrofa: Mira aquella blanca nube Que frente de ti aparece, Y que vagorosa mece En los aires su cendal. Con ella viene el hijuelo Que tú llorabas perdido. En busca del dulce nido Y del beso maternal. La sonora voz del joven llamó á un tiempo mismo la aten^ ción de todos los presos, que no pudieron menos de oir con bajo. ¡Picaro viejo! ¡Vaya si se defiende! ¡Ah, Nicolasillo! ¡Tente firme! Mira que te va á estrujar ¡já! ¡já! ¡jál El carcelero estuvo un rato contemplando la lucha con secreta complacencia; pero al cabo, creyendo que la dignidad dé su cargo le obligaba a intervenir, cogió al joven por el cuello de la carmañola, y cuando le hubo arrancado de manos del presos que le soltó á duras penas, le dijo: — Déjale ya, muchacho; guarda esos bríos para mejor ocasión. — ¡Suéltame, Masson suéltame! — decía Augusto pugnando por desasirse, que quiero beberle la sangre. — Ven, ven, tunantuelo — respondía el preso provocándole desde la puerta de la celda; — ven á ver lo que saben los puños de un noble. — ¿Lo estás viendo, Masson? ¿No oyes cómo nos insulta? — Anda, déjale, que para lo que ya le queda de vida... Va* mos, Nicolás, vamos, serénate hombre... ¡Buena te ha puesto la carmañola! ¡La tienes hecha añicos!... ¡Estate quieto, déjale ya! Las palabras del carcelero colmaron la profunda alegría de los combatientes, pues les^probaban que habían hecho á las mil maravillas su papel de rabiosos adversarios. En efecto; excitados como estaban por su misma emoción, habían acertado tan perfectamente á fingir que se denostaban y se aporreaban que todos los espectadores se tragaron la pildora, hasta el puntó de que los mismos presos que andaban sin cadena, se habían acercado al carcelero para reconvenirle agriamente de estar mi-i rando aquella lucha sin interponer su autoridad. — ¡No faltaba más — decían — sino consentir que Un miserable artesanillo se atreva á insultar y maltratar así á un caballero á un infeliz preso!... Sobrado tenemos con la república para que nos pida cuentas de nuestra conducta y de nuestras opiniones^ sin que venga también un pisaverde atrevido á ultrajar la ancianidad y el infortunio. Augusto que estaba resuelto á llevar su farsa hasta donde tudiera, comenzó á amenazar con gestos provocativos á los