San Francisco 36 EFICACES liMPOTENCí a — ^rr,™*; m Rodriguez de los Ríos. Ea inofensiva y produce efectos ^ desde la primera fricción. 10 peHetas bote. Va por corren n&T^ mmpm\ni,mmm m-fimrados por el Df. A!8DI!£II de Bnrcelena tetarrumpié* **** *• «ara«i«ne» «ktaftida» iatdt al ano 1866 * i i i mía» mm T > iTMIi i n i " SEPÍGÍOSIDE LA:COiPAMA TRiSATLAMA DE BARCELOM LINEA DE LAS ANTILLAS, NEW YORK Y VERACRUZ Combinación ápiiertos americanos del Atlántico ¡/puertos N. y S. del Pacifico. Tres salidas mensuales. El 10 de Cádiz, el vapor REINA MARIA CRISTINA, capitán D. L. Ugarte. El 20 de Santander, el vapor COLON, capitán D. Luís Camps. El 30, de Cádiz, el vapor CIUDAD DE CADIZ, capitán D. Benigno Lavin. LAI> La suplica una joven enferma hace catorce meses que se encuentra encamada, presa de pies y manos; su madre que la cuida•ba ha fallecido dt jando á la poj bre enferma huérfana y sin otro auxilio que el de las almas caritativas. Viven en la calle de María 116, bajo. '•2 en el almacén de música y planos de SATURNINO MONTALBO CARII>AD Un pobre vergonzante llamado Juan Carro, panadero, se halla enfermo de las piernas, hallándose imposibilitado para po| der trabajar. Supliese á los buej nos cristianos una caridad, i Vive San Eugenio 43 bajo. Frincipaks pubiicaclonos e* paüoi&g j extraujetas, cuy» agencia en Ferrol es la Imrenta. Papelería y Bisutaría da EL CORREO GA-LLE&O. Journal des Demoiselles. Gents Magazine of fashiem Le Printemps. Mode Pratique. Le Moniteur de la Mode. La Famille. Le Luxe. La Modiste Psrisienne. Id. La Mode lilustrée. La Modiste Francaise. (Especial para sombraros j. The Season. Moniteur de ia Coifíi p^cialde peinados.) Franeuzeituog liiuetrizte. L' Avenir de i a Mode. Guide des Coaturieres. Periódico profesional, Salón de la Mode. Museo de ios Baefcres. (Edición española del Musee des Taillejrs.) La Broderié. L' Art et la Mode. Myras Journal. Journal des Modistes. (Especial para sombreros; la explicación de los grabados está en castellano). , . . mprenta, Pajeleria y Bisutería ae 162 BIBLIOTECA DE EL CORREO GALLÉQO VICÍÍMAS Y VERÓÜOOS presos que, engañados por las apariencias, como el carcelero mismo, hacían estas observaciones. Masson, picado de que le dirigieran reconvenciones tan justas, y movido principalmente por la amenaza que los presos le hicieron de denunciarle, interpuso al fin su autoridad, es decir, su pistola, para terminar las provocaciones que hijo y padre seguían dirigiéndose. En efecto; al ver un argumento tan convincente, el preso volvió á encerrarse en su celda, y el muchacho tornó á coger sus herramientas, no sin que antes se las juraran enseñándose los puños uno á otro con furioso ademán. Augusto, al retirarse ya, sudando, jadeando, desgreñado y hecha pedazos la ropa, dijo al carcelero: —Mira, Masson, llévame á trabajar á otro lado, porque si sigo junto á este perro, no respondo de mí... Luego que me tranquilice un poco, volveré á continuar aquí la tarea... Tunante! ¡Tendrá gracia que porque está preso, y porque es viejo, como te decían esos otros mirlos, se creyera autorizado á insultar á un pobre jornalero!... Vale más mi sierra y mi escoplo que todos sus pergaminos... —Vaya, hombre, tranquilízate— le respondió el carcelero, sonriendo con bellaquería.— Ven aquí, á este otro lado, y no me seas tan cascarrabias. —Quisiera yo verte en mi caso, ciudadano Masson. ¡Cómo no se le ha de encender á uno la sangre de verse asi insultado por un vil seide de la tiranía!... Si no llegas tan á tiempo, bien puedes contar que hoy tenías un preso menos en el almacén. Precisamente e«toy yo antojado de ver á lo que sabe el corazón de un aristócrata. A Masson se le reia de puro gusto el alma en el cuerpo, viendo y oyendo al muchacho: cuando le hubo puesto á trabajar en otro lado del almacén, fuése con su mujer á un rincón y le dijo: -¿Sabes que Nicolasillo tiene los hígados agrios como un vinagre? —Ya se ve que si. Por eso que tú ayer me estuviste aturdiendo los cides con la cantilena de si era ó no era sospecho - so... ¡Bien sabía yo que es un patriota de los más leales, y que hablarle á é! de un realista es mentarle al demonio! —¡A ver! Yo no soy el que desconfiába de él, sino el ins pector, que me había encargado no perderle de vista ni un momento. — ¡Bah! También al inspector se le hacen los dedos huéspe - des. Aunque no viera yo más sino el cariño que tiene el mu - chacho á su maestro Gregorio... ¡Digo! haberse puesto á trabajar en casa de un pobre viejo para mantenerle con su sudor... — Es verdad, es verdad. Si alguna duda pudiera quedar todavía, el odio que le tiene á ese Marqués la desvanecería por completo... \Vaya si áe han cacheteado de lo lindo!... Yo creo que si no quito de encima del preso á esa fierecilla, me le mata sin remedio. — No hubiera sido mal apuro para ti... — ¿Apuro? ¡Ca! Hubiéramos echado el muerto á la esterquera, y al muchacho le habrían dado una corona cívica... Estoy seguro de que la Asamblea le habría declarado benemérito de la patria. Danton hasta habría hecho un díscarso. Tienes razón. Harías bien no olvidarte de buscar á ese chico un acomodo en la empresa de las guillotinas. — Ya estoy en eso... Voy ahora mismo á ver si ha venido á la portería una persona con quien hablaré del particular... Quédate tú aquí mientras viene á relevarte nuestro chico mayor. — Todavía más tiempo de plantón? — Es sólo por cumplir la consigna, mujer... Lo primero es la obligación... —Oye, á propósito de obligación; ¿se cobraron ya las treinta mil libras aquellas?... Ya sabes... Hoy guardarás en tu bolso diez mil... No está mal piquillo... ¿eh? La carcelera guiaó el ojo en señal de alegre asentimiento, y su marido se fué. Persuadida como aquella estaba ya de que ninguna necesidad había de espiar al joven artesano, cuyo patriotismo acababa de ostentar tan magníficamente, púsose á pasear á lo largo y á lo ancho, haciendo calceta y fijando su vigilancia única- POSTDATA El secreto de la dicha consiste en tener paciencia, y en los senderos del mundo caminar en línea recta. ¿Eres pobre? Pues trabaja. ¿Eres rico? Haz obras buenas. ¿Eres ambicioso? Lucha. ¿Eres desgraciado? Sueña. ¿Naciste león? Devora. ¿Naciste pájaro? Vuela. ¿Naciste víbora? Muerde. ¿Naciste buey? Come hierba. M. DEL PALACIO. en ¿Qué diablos ha echado usted sopa, que tiene un sabor pésimo. jjgg' — Como no sea por el agua... —¿Qué agua? . e por —Como la señora me riñe sieu^ ^ c0 que gasto demasiada sal, he ne ^ oide con agua de mar. ¡También se y cer economía»! ObserTaclcmes meteorológica ^ áon en el día de hoy en el colé»' I Alfredo ^le la Iglesia. | Presión ba rométrica, I corregida de elevaI ción y tei iperatura. .¿^ 1 Temp'jratu . -a máxima. ^e ayer. Id. mínima.) | Higrómetro: humeI dad , ... . 1 1 • I 767'8 0^