UNA HISTORIA DE AMOR CON FINAL INFELIZ Después de casarse en peripecias logran jóvenes catalanes muchas dos EHa (hija cíe un millonario), él un médico pobre Atravesaron clandestinamente la frontera del Miño La boda se ha anulado, pues él estaba ya casado TI GQ na (Crónica de miesüo JUIOOV^A corresponsal). E» la "cámara mortuoria*- de la iul^iada Pena, en lo a:to de la coi na de Santana, se ha realizado el i más 'románico casamiento español qne presenció Lisboa. Se tra^ ta de dos Jóvenes catalanes, ella Mercedes, hija del millonario catalán don Salvador Llizalde, que es dueño de grantífs fábricas iextfles y de plantaciones de taoacos en las islas Filipinas, y él un medico rigur«>amene pobre, Ja« Oriol Media I isboa acudió a '» iglesia y la juventud femenina de la Universidad, en fe^a románuctj llevó a la novia ramos de tío- \ res y regalos que no pudieron en- ; tregar. ' l A HISTORIA ROMANTICA j Portugal, iccado en su más pura vena novelesca, cantaba la historia de los novios. Mercedes 0i zalde y íosé Oriol se conociero í en Barcelona ruando él aún era estudiante. Asi que los padies de Mercedes se enteraron del noviazgo, presentaron una tremenda ofi sicion Ya médico, el novio marchó a la Argentina, con un pasaporte de un pariente fallec-oo, para hacer fortuna. No lo cor.si-! guió, pero sí empleóse de médico: en un barco mer ante. En uno de^ los viajes quedó a residir en Ham burgo, donde a lo largo de cuatro años se especializó en otorrinoia ríngologfa y. por último, preparando el regreso a Buenos Aires, escribió a V|go «o encontró a la novia, porque la familia le habia incautado la correspondencia. Je^é Oriol, que habia preparado un escondrijo para lá: novia en su propio camarote, se quedó desolado La llamó por teléfono a Barce cna y Mercedes se apresuró a marchar % Vigo. Pero cuando llegó Mercedes a VIgo, el barco había partido y José Oriol, que quedó en tierra s>n documentación, no sabía qué hacer. Decidieron fufarse a Portucal. Y así lo hlcie'on, cruzando a nado una noche el Miño. Ella estuvo a punto de ahogarse, pí saron tierra portuguesa y huyeo do a la policía, sin más equípale que el día y la noche y sin "tro viático para el camino que la -om pasión de las gentes pwtugneáa , a quienes la inaudita historia sentimental tocoba profundamente en el corazón, llegaron a Oporto. US allf se trasladaron a Lisboa y "ni tarde se presentaron al párroco de S anto Domfnyü, que decid 'ó se debían casai lo antes posible. Se presentaron a las ?utoridadfs. I.o caMzada Meicedes Elizaldt por su padre, éste envió desde Barcelona en el primer avión un Padre '«ominiro de vmi>ano Mercedes noi aceptó el dineio de su padre y con el que íe dió su novio, marchó a| la capital catalana a por el permi j so paterno. Ella tiene veintitrés! años. Y e! padre capituló, acoro pañándola a Lisboa. .iiniiiiiiiiiiiiniiiiiiiiiiiiniiiiiiiiiiriniüiiiiiniiniiiiiiimnnf Sin ser Jocosa merienda Ja cosa tíene trastienda De Jaén, donde reside, llega a Vigo cierta cosa ni fuerte ni esplendorosa, pero que lanza un j Quién ■ ivivef Es terca en su "dale bola" ai escapar de un traspiés..^ pero pensemos, Inés, gue tal cosa... trae cola. La cancha tenemos puesta» Vayamos, pues, al asunto tocando "punto" tras "punto" en bien de la alegre Jiesta, Habrá aquí vinillo nuevo con un poco de Alarcón, Santigüese la ajición antes de tragar el cebo, porque es preciso un buen [toque al dar impulso a la bota y sudar la gorda puta para que el gol venga en Itroque, pues ha llegado el momento de decir ante el "macuto": Dánmelo, mídalo, chuto, márcalo... y quedo contento. La ensalada se evalúa con detalles de milagro, ya que hoy hay que ir "al [magro", falte él o falte Alsúa. y si faltan "maravillas" en este instan te tan duro — pues no es partido de puro sino más Oien de "calillas"—, alegre estoy, ¡vive Dios! yt nervioso, me preguntot jj/eo allí tan sólo el punto de costumbre... o vea dosf.ls Si traes postre reseso con queso no me lo dés, parque antes creo, Inés, que daré fin a este "hueso": y ya que el avrn negad/) nos vvede salí? a gusta y dejar a un lado el susto que nos dió el tiempo pasado, terninemos nuestro alarde y, mientras la fe reposa, ya hablaremos de la cosa al ir muriendo la tarde. MAN D.'UVAL. I MRCHA NLPCIAL La penúltima página de la bis. toria se desarrolló en la capital. Mercedes apareció en la igleMa con un policia. El padre, que estuvo viviendo estos días con ellos en el mejor hotel de la «'Judad. no se dejó ver. De mediana estatura, bella y 6en'>l, vestida ron un sen cilio ítailler" y con «n veto negro en la mano, Mercedes, se hurtó a la multitud que la esperaba, huyendo a los periodistas. «£1 novio ya estaba allí. Y se dió la paiadcja de que por mucho que los novics se tapasen la t'ara aitie el centenar de las máquinas fotográficas y se negasen a los ünfO' madores, se tuvo que echar n»a no de dos periodistas para firmar como testigos, los otros d^s fueron el párroco y el sacristán. A la puerta de la iglesia, la nolicia había manfado un servicio eM>^clal, como en las g^n.r'es ocasiones. Terminada la reremenia. los novios se escabulleron por una puerta excusada y cuando la multitud se enteró de la desaparición, se Inició una "loca correria*', que dice 'a Piensa, por las «alies, cuestas y colinas de Lisboa. Los novios, una pareja Joven, cogidltos del brazo y sm decir ni pío, corrían como ijamoj. Y el pueblo con ramos de flores y bandeja1- de pétalos . de rosas, corrían tras ellos. Y AHORA VIFNE LO BUENO Toda la Prensa portuguesa dió como realizado el matrimonio. Pelo el casamiento se ha convertido, cuando parecía todo felizmente tet minado, en un fantástico en gaño. íPl acto mupcial —duen unos grandes titulares vespertinos- fué anulado por haber actuado los novios de mala fé" £l asunto tiene intrigada -en fas casas, teitulias, oficinas y calles ne se habla de otra cosa- a toda Ll-íboa I a Prensa en pleno daba por termin ado el asunto con la boda. De pnmto, la ciudad entera hi'Wa del escándalo de los novios t'-pañoles" Califican el hecho de mis-j terlo incongruente y nadie le e»-' p» m Tr>nf f\ f* kí 1 P/^r cuentra una explicación lógica ai |< L. 1 UCiDLU uALL^U' bello matrimonial de los jóvenes | utiiiiiiiiiiiiiuiiimiiiittuiiuiiim catalanes, para quienes mm.has veces se levantan pidiendo la cárcel. Resulta que cuando después de haber abandonado Mercede? Elizalde, hija dd conocido millo nario barcelonés, el hogar paterno hace semanas, y de haber atra. vesado (l«n destíname nte con so novio la frontera portucuesa, tras vivir semanas en , Lisboa en ron flicto con las autoridades y la* costubres, alcanzaron su objetiva que era casaif*. Pues 'den, ahora resulta que convirtieron el casamiento en un inexplicable engaño y broma de mal gusto. \nte el párroco de Fena, Mercedes Eli zalde y J'.sé Oriol fueron 'íbllyadcs a fi'i ?-r la ttecíaradón de oti* se casaban por su Ubre voluntad y sin obedecer a ninguna coacción moral o lisica. La novia y el noiio, antp el párroco y dos P^no distas escocidos entre el público que rodeaba la iglesia como tes»gos, filmaron. Pero anes de la firma pusieren una «-igla: F. F. El párroco Ies preguntó que siqniiicaba eso v ellos contestaron que e an dos iniciales de familia: Ferl nanda Francisca. El truco cayo bien. Se rpaüzó la ceremonia matrimonial en el sitar de la "«¿f mará mortuoria" de la Iglesia v al fi mar el a^ta pusieron lo m'*mo: F. F. (Mientras tanto, el pa. dre de ella estaba arriba, en el coro de la iglesia). Terminado el acto, los novios hnyeron por las calles de Lisboa. Los miles de lisboetas que acidie^on al romántico desenlace en la idesia da Pena quedaron co mentando la insólita actitud. Pero lo mejor vino después: Mercedes FHzalde y José Oriol se prese», taion en el Consulado de España y al serles preguntado por qué habían antepuesto a ■ius nombres la sitjla F F. en las firmas ^e la boda, declararon que esas dos tetras significaban: "Fimia Foraa da". MATRIMONIO ANULADO Las autoridades eclesiásticas, en vista de esta Incongruencia, han decidi'lo anular el casamiento. Y pregunta un diario de Lisboa-. 'Si de hecho se aman, ¿por qué evitaron casarsf como católicos que son?»'. Incomprensible. lo ri^rto es que en razón de la fé demostrada se ha deshecho la boda. Y el punto final —al parecer, pues, to que en eí-te misterioso e ilói^i co asunto todo es capricho y círcnnitancia - de la historia « n los amores, si ts que los hubo, m la hiia del millonario y el pobre,' es que él ha partido nimbo a *a Arqer.tina, en el vapor "Salta" ¡ El escándalo ha sido mayúsculo. La última noticia de Lisboa s$ que el novio era casado en la Argentina y tenía un hijo naturaj en Hamburgo. La historia romántica se ha convertido en algo peor que un montón de cenizas. ADOLFO LIZON LOS PECADOS DE LA ERA ATOMICA fTAVVA. — impresio.wJes ror el cr<.-.tnto número de aicIdfPies de tiáfiro, las autoridades tc.ctiás:icas canadienses y nmerUMnas acaban de adoptar una decisión. ^ io sui(«ivo, lodos 'os • xcesos u5 velocidad, la conducción de vehículos en esltdo de embriaguez y las jmcrutí'i'cias, deberán ser declaradas en el confesionario. LA NOVELA POLICIACA EN INGLATERRA LONDRES. — Anualmente se venden en Inglaterra novelas policiacas por valor de más da 2U0 millones de pesetas. El autor novel gana con cada una de 25.000 a 50.000 pesetas. El autor consagrado, mucho más. Por ejemplo. John Creasey, percibe un mi¬ llón al año. escribe 10.000 palabras al día y termina un libro en una semana. Tiene ya 326 títulos UNA ESTATUA POR IMPORTAR TRUCHAS TOKIO. — Aquí ha sido inaugurada una estatua a la memoria de Harold Parlett, empleado de los Servloios Consulares br tánicos en el Japón, que tuvo la ide<], a finales de siglo, de Importar truchas. Desde 1900 el río que une el lago Yunoko y el Chunzenji está poblado de truchas, y toda la reglón es conocida por . el nombre de "Raplette" en honor a sir Haraold. El h'Jo de ParteU estuvo presente en la ceremonia. r""j|]Uiiiiii«">ii>i>iiiiii|:ii>|||"|||||C1|||||i'»||1uiiiiiiiiiiiiciíi Suscríbase a El PUEBIO GAU^CO 'fnnmiiiniiniiinimiiitiiiiiiiim |||,tjiiiiii(iiiMnni'nnntimiiinnninmnimnn?nnimitmni!inmnnimi.'.!;jit Cómo se intenta conseguir un novio El robo del pañuelo, el del azogue, y la muerte de una víbora, con una aguja En León, se sortean los mozos y las mozas En estas costumbres anda en mucha parte la superchería Hoy nos toca hablar del fiarte de España en esta exposición de formas de conseguir novio o novia, ya sea por creencias w afanas o por petu: iones a los Santos, en una mezcla de devoción y superchería. Galicia, con su folklore tan peculiar , es la que nos enseña a insinuar el amor por medio de un pañuelo cogido en un descuido más o menos intencionado. El de ella, el mozo lo guardará cuidadosa mente y el de él, menos apto para soñar, será lavado y planchado con esmero en una especie de anticipo de sus fiar bilidades caseras. Después del pañuelo no siempre conseguiremos el cariño de la persona amada y tendremos que volemos de algún medio. El del "azougue", que nadie conoce el modo de aplicarlo, parece ser que surte electo al derramarlo sobre iiuiiiiiimiiir]iiimiiiiioiiiiiiiii;oiiiiii>ii!iuim imnmmuiiiitiiüiiimintiüriiiiiminnininmiHmiminiitji1 Suscríbase a Cosás de Gorechif^ Por LA LO REAL JAEN | REAL t CEIR COMO $ '-i Bahl Es un ijartlío lie do* reales... EL FRENESI CALMANTE Por W. Fernández Flórez (De la Real Academia Esoañolal No conozco la extraña música del "Rook and Roock, ni lo he visto bailar, que ten^o enlendido que es lo más impresionante, pero leí en los piinód'ojs descripciones de esta nueva forma de la locura, bastante extendida por Europa y América. Parece ser que los exlcavagantes sones eleci.rlzan a la gente y la arrebata on una danza frenótid acompañada de saltos dislocantes, de gritos > de un.) inquietud incontenible. Casi siempre termin-a oor romper cuanto tstá o mano, Sc.cudlr a las más próximas paroj is y, al fin, caer al suelo rf udlda agoiada por aquella excitación que todos 'os bailarines sufren, sin anal'zar sus causas y sin deseo de evitarlo, en una especie de embriaguez, coma poseíaos. Se han escrito abundarit> s come.ntap'os acerca de esos trances, y recientemente, Abel Bounara publicó en «Madrid» una bella crónica en la qu¿ recordaba el mág'co poder de la música, y citaba casos que oasa^ou a ser famosos, incorporándose a la leyenda, como el oel flautista de Hamelin, al que yo me referí en jno de m's artículos de viajes por Alemania, donde, en el puebiccito que se dice qué fué teatro da su hazaña, tiene unu sst.-uua el mistt-noüo músico del que se cuenta que libró aquol lugar de una plaga de ratas, aira, yéndolas con sus notas •rrei'btiblos hasta el rio donde se. ahogaron, y que, por no cumplir el burgomaestre la promesa de dar su hijí- en matrimonio a quLjr» exterminase a los roedores regresó y, por el mismo procelimionio hechicero, se hizo seguir por todos los niños dei pueblo, que perecieron en la comente. Si; es verdad que la música tiene un hondo y se abatían después so bre el pecho, en vaivenes entusiastas y rudos. Cráneos afe.« tados, sobre rostros negros, blancos o de acoitunado color, Iluminados por ojos en los que brillaba un tesón suptrsticiuso; facciones contraidas, brazos desnudos, de piel manchada por el sol o por huellas de pústulas. Las mujeres, desmelenadas, hacian ir su cabellera hacia atrás o hacia ade lante, en los movimientos de la cabeza. Ls- música, siempre Igual, continuaba, un minutos y otro, una hora y otra... So ad'vinaba que aquella agitación hacía hervir un fervor tan suco como los cuerpos, mezclado con cólera y con ferocidad, y era un espectáculo Intolerable para los nervios, que producía un vértigo más insufrible que carnnar al borde de un tejado. El contagio de aquel penduleo tenaz se filtraba lentamente en el esp.rltu. En el paroxismo do «íus danzas, «os "hamatchas" arrojaban al aire hachas afiladas, mazas picudas, piedras que después recibían sobre los parietales y a veces les causaban graves heridas. El sordo tum-tum del tambor continuaba auompasando aquel delirio, y entonces ios que tomaban parte en él eran peligrosos. El Gobierno español prohibió esas manifestaciones que removían posos de barbarie en gente en la que fermentaban muy antiguos sufrimientos raciaJes. Los bailarines del "rook and ro\\-> están en la misma linea de estos pobres sujetos del norte de Africa. Sin duda, aunque europeos y quizá, en algunos císos, cultos, y desde luego, educados, llevan en si algo que les contraría y disgusta y retuerce en ellos cualquier jns-a natura!. Y es la vida de hoy, tan complicada y difiel!, tan llena de contrariedades y de temores y de prohibiciones, lo que Ies tortura. Y cuando la música, esa música diabólica que •■glta a los hombres desventurados de las selvas, sobre las compuertas del espíritu, los bailarines descargan todo su inadvertido sufrimiento en esa especie de rrpilepsi^ que causa el asombro de los que lít presencian. Parque la verdad es que en la v'da de todoa los nombre.-* de hoy existen momentos en los que se ere* qu? si se prorrumpiese en gritos sin sentido y se diesen saltoi de fiera y se rómpele o se desgarrase cualquier cosa, se desahogaría el alma y se abrirla una válvula por la que podría escapar la Intolerable angustia de nuestros tiempos. la ropa de la persona que queremos conseguir. Otro me dio consiste en atravesar la cabeza de una víbora con una aguja enhebrada y después dar una puntada en la jalda de la moza. La mayoría de los noviazgos se formalizan cuando el moza está en el servicio militar. La "morriña" de los seres queridos le impulsará a escrl bir declarándose y ninguna moza que se precie en algo contestará antes de la tercera carta, y si la declaración es de palabra nunca hasta ha ber pasada unos días. Cuando una persona se har lia al Indo de una pareja que habla de amores se dice que "lava la cesta" o también que "roe los cuaños" (paja trillada). En las fiestas importantes el novia antes de bailar con su novia deberá hacerlo con sus hermanas pues así irá co* nociendo a la famiila. Todas las regiones españolas, aunque ricas en folklore, presentan una gran semejanza entre si y la iniciación de relaciones s ehará de una de las formas dichas anteriormente por lo que su reiteración resultaría pasada., así que por su interés voy a referirme a los casorios", es decir a los compromisos sin firmeza que se hacen de una manera jocosa y despreocupada, SORTEO En Rosales (León), se reúne la gente joven en casa de algún vecino, en el hilandero, en la cocina o al amor de una buena lumbre y preparada así la reunión se escriben en un papel las nombres de los mozas y mozas. Se recorta cada nombre en una papeleta y se forman dos grupos cada uno de su sexo, si uno de los grupos es menor se completa con nombres reales o imaginarios. Igualados éstos, se echan las papeletas en das go rras, se revuelven y una mano inocente va sacando de ca da gorra, emparejando a todas y aunque a veces salen juntos unos que esperaban ca sarse no quita que piensen to dos que interviene solo la suer te. Las consecuencias no son mvy importantes y se limitan a que la pareja se llamen novios durante, un año, a bailar juntos eTdía de Año Nuevo, pedirse el regalo de Reyes y permitirse quizás alguna bro ma que de otra forma hubiera sido imposible. Es una costumbre que tiende a desaparecer pues aunque si ha dada motivos a nuevos matrimonios también ha deshecho alguno porque nuestro pueblo no olvida que las suertes están en la mano de Dios. También es costumbre que se sorteen en grupo aparte chi eos y chicas si bien en este sor tea intervienen más los dres que los interesados. Estos sorteos se extienden por León, Asturias y Galicia principalmente. Hay otras for mas de sorteos, el que se ruega (León) que consiste en formar dos filas cada lina de un sexo y una chica intermediaria, dice al oido de cada de sus compañeras el nombre de un chica. Luego éste, por orden se nevara de líia, so dirige a '.a muchacha que más le gwsta y le pregunta: "¿Soy de tu agradof". Sí lleva el nombre que la interine diaria le ha dicho contesta que sí y entonces ambos for- PASAAlAPACAKrERipii ■ pa-