DIARIO DB LUGO NtTIff. 10,081 Domingo S de Octnbre de 1898 ÜS 1T1S DEL " Esta voz ha tocado á Becemá la honra de recibir la visita de la primera autoridad civil de la provincia. Con una Siermosa mauaua, partió el día 23, aeoüijiañadt) iii¿ algunas persor ñas do su intimidad y del que estas ma! trazadas ¡íacas escribe, haciendo la primera etapa eu e! piotoresco lugar de Baralla , doado recibió las pi imeras muestras de consideración y afecto del Alcalde de Neira de Jusá y demás autoridades. La deliciosa maüana trajo una tarde tormentosa (jue detuvo allí uucstra marcha alguoaa horas, aprovechadas en visitar la casa-ayuutatniento y enterarse del estado de los servicios muntcipalcsy de cuanto de interés existe en la vida de los pueblos. Fuerza era continuar el viaje, pues había ei propósito de llegar aqueüa noche á Betierreá, y aprovechando un claro, volvimos á emprender la marcha en medio do una abundante lluvia, que esta vez parece que era á gusto de todos. E¡ recibimiento que eu aquella capital se le hizo fué tan respetuoso como franco y espontáneo. Apesar da lo desapacible de la noche, el pueblo entero esperaba la llegada do la comitiva, que ya se había aumeatado con algunos jinetes desde Baralla y Cerezai, disparando profusión de cohetes en medio de general alegría y ios acordes de la bauda municipal. Era en verdad un fausto acoatecimieuto la visita del Gobernador de la provincia, después de tantos años como allí no había ocurrido otro semejante. Inmediatamente recibió el primer saludo y bienvenida de todas las autoridades y ya no hubo más tiempo que el preciso para el descauso. Al siguiente día, domingo, so oyó misa eu la única iglesia que allí existe, que por cierto no tiene nada de notable como no sea su excesiva pobreza; se repitieron las visitas oficiales, manifestándose ya en estos actos la satisfacción en medio del contento y armonía de que todos participaban. Y no podía menos do ser asi. Dou José Saigado, no solo eu su elevado cargo sioó en su trato íntimo, es siempre un gallego de corazón, amante de las glorias y tradiciones de su país, noble, sencillo, identificado con la vida y costumbres de sus paisanos y siempre dispuesto á derramar el afecto y las bondades que parecen desbordarse dontro de su pecho, difundiéndose á su alrededor: sólo visto, atrae; tratado, cautiva. La tarde de aquel día, que como el anterior fue también de lluvia, se dedicó á la inmediata villa de Nogales, donde se celebraba la romería del Santo - Cristo, cuya imagen es regalo del difunto senador Sr. Vázquez Üurtel: allí fuimos afectuosamente recibidos por el médico do la misma D. liamóa Vázquez, quien cou una franqueza y amabilidad digaas de estimación y gratitud, puso á nuestra disposición su casa que nos sirvió de alojamiento en nuestra permanencia en aquellos pintorescos sitios. Do lo demás se encargó ' su señora esposa, quien con una distinción y ñnura encantadoras hizo los honores, atendiendo y obsequiando á todos, que no éramos pocos los que aquella noche nos cobijamos en tan agradable hogar. Algunos de los que allí nos encontramos y que con simpatía y atención vinimos observando las costumbres de Galicia, no habíamos visto bailar aquí la clásica y famosa muíííeira, y en aquella función esperábamos ver cumplidos nuestros deseos; poro dicho sea eu obsequio de la verdad, aquel baile distó mucho de la idea que da él teníamos formada y que no hemos modificaJo; era una muifieíra muy desfigurada dividida en dos partes, medíanamento tocadas por la gaita, y no mejor bailadas por muchachas, graciosísimas, sí, pero con falda larga y chaquetilla de percal; la segunda parte era un aire de jota aragonesa, también muy desfigurado, baiJadoó corrido en una especie de rueda que ni era la que se baila en Castilíaal ! vincia, jcuantas lágrimas han do enjuson de ia dulzaiaa, m tenía nada de los ! gar! ¡cuantas añicciones han de oonsoondutantes, graves y hasta fúoséfim laryácuantos desgraciados, que no mo- movimieotos de la mulQeirajelcspec táculo, en resumen, no hizo sino avivar los deseos de verla ca toda 3U pureza y clasicismo. Otra vez será. Por la noche, so pasó . alegremente la velada, en casa delSr. Vázquez, donde la gente joven bailó al compás déla reman serlo, htm de arrancar á.una muerte que tan de 'cerca los amenaza! Di'fuo remato de esta taeritísima obra, fué el suntuoso banquete ofrecido al Sr: Salgado en el cual logró reunir lo más notable de aquel hermoso riníón de tierra gallega, sin distinción alguna más bauda de Beoerreá y se repitió la mui- :| de color político y donde reinó la má ñeira, algo más afinada, y también una ! porfeota armonía ysincerídad. Yesque danza cantada, clásica de Asturias, co- 1 cuando los hombres se reúnen bajo lá nocida allí con el nombrií de Giraldilia, i banderado la Caridad, no hay más que El lüucs siguieute se realizó la pro- j ún solo pensamiento: ei del bien. ycetadaespediciónáPiedrafita, á donde Ai descubrirse el Champagne inició nos acompañó y sirvió de Cicerone el se* ' ¡os brindis el Alcalde de Becerrea, dou ñor Vázquez, quien á una conversación !' Evaristo Cola, qüo en nombro de todos ameoa ó ilustración poco común, une dió las gracias al Señor Gobernador por perfecto coaocimieuto de aquel acci- ¡ haber honrado con su presencia aquel dentado, país. Llegamos hasta ol sitio ! 'olvidado país, y asegurándole ol grato llamado el Castro, donde existe la divi- i y provechoso recuerdo que su visita soria de las dos provincias de Lugo, y ! había de dejar allí. Eu un elocuente y León, teaiendo ol gusto de pisar á la j sentidísimo discurso le contestó el sevez las tierras á cuai mas nobles y lea- r ñor Salgado, hacieudo á ta vez un Hales de Galicia y León, fin el bito que i:mamioatoá los sentimientos patriótimarca la linca quedaron esculpidas las ;: eos do todos para que el diá de la Üquiiaiciales del Sr. Gobernador y en' acta/ dación á que nos han de conducir las del Ayuntamiento se hizo constar su : desdichas que ^esan sobre nuestra i n' ' " ' ' í fortunada pátria , tengamos valor y fuerzas para hacer frente á la situación visita á aquellos apartados lugares.' En casa do 0. Eugenio Vulcarcel, fuimos obsequiados coa una suculenta comida, que, caso de haber favorecido el tiempo, hubiéramos consumido ea el antiquísimo Monasterio del Cebrero, donde era nuestro propósito haber llegado paraadrairar el manifiesto, miiaro que no so concibe como permano- peoosa quo nos amenaza: que aunque pobre y agobiada, aun no está agotada nuestra nación, y que la base de su regeneración, puede sor, y es de seguro el concurso de todos y una buena administraoióu pata la que aconsejó á todos gran moralidad y una buena voluntad. ce allí tan escondido é ignorado, pues _ Dedicó un sencido párrafo ¡i la memoria es uno do los más portentosos de la ' del ilustre hijo de aquel país D. Manuel Cristiandad. Existe la Sagrada Enea- Becerra, dechado de honradez y da virristía convertida en realidad, esto es'en tudes, que desde la máshumílde esfera, carne y sangre. Parece que el milagro- : supo elevarse con aquellas y con su taso hecho data del siglo Vil y allí sé ' lento á los primeros' puestos en la goconservan el cáliz y la patena donde so bernación del Estado, ■ desde los cuales realizó y los sagrados restos en unas á nunca olvidó la tierra donde aaciera, modo de ampollas, que la reina doña prodigando en ella todos los beneficios Isabel la Católica man-ió construir des- ' quecon justicia mérecía y de los que pués de su visita á aquellos lugares, ■ dejó indelebles muestras en toda lareatraida por la fama dol milagro. Ofrece- ■ gión: púsole como ejemplo que todos mos ampliar este hecho, si como "allí debiéramos imitar. Por cierto que el nos han prometido, podemos reunirán- ' quo esto escribo no dejó do echar de tecedeates dignos de crédito, donde se meaos, y á alguien comunicó esta ob consigna ia tradición ooa citas que tam bien merecen fe. De regreso, con una tarde cerrada en agua y nieblas, hubimos do conformarnos con ver desde nuestro coche el no menos antigao y tradicional castillo llamado del Paso y el palacio feudal dé Noceda, aquél desmantelado y éste desalojado y poco menos que abandonado segúu nos informaron. Después de hacer un pequeño descanso en casa del soñor Vázquez, doude nuevamente fuimos obsequiados con pastas y vinos, nos despedimos de aquella amabilísima familia, llevando con nosotros un grato recuerdo de nuestra corta permanencia en Nogales: á las ocho de la. noche llegamos á Becerrea. servación, en la casa consistorial un retrato, unaioscripción, algo así quo la gratitud destinara á perpetuar la memoria de aquol insigue hijo del país. Hizo también una discreta alusión á una perjudicial costumbre que parece arraigada en aquel país, y que con frecuencia causa la ruina y la desgracia de muchos de sus honrados vecinos. Si como es de desear con sus persuasivas palabrasy sacos consejos, consigue que aquella se estirpe, será otro lauro para el Sr. Salgado.' á quien no han de escatimar sus bendiciooes muchas familias que hoy lamentan ¡as consecuencias de su imprevisión. Los Sres. Luces, Lana, Fernández y casi todos los presentes, eo frases más ó menos elocuentes; pero todas sentidas y entusiastas, se adhirieron á las hermosas palabras del Sr. Salgado, ofreciéndole incondicional mente cuanto son y valou para lluvar á cabo taa nobles pensamientos. ¡Ojaláno lo olviden, y de seguro que pronto, muy pronto hao de tocar los resultados de sns laudables propósitos! Además de los citados, asistieron al banquete, y algunos á los postres, los Sres. Díaz, Alcalde de Neira, los Secretarios de Cervantes, Triacasteía y Becerrea, Falcóu, Juez de primera instancia, Pardo, López Neiraj el Inspector del Censo, García Piméntel, Jefe, de Estadística ea trabajos de comprobación en aquel partido, Várela (D. Manuel), Martínez y- otros varios señons cuyos nombres sentimos no recordar. Nota bene. No se habló una' palabra de política; de aquí la concordia que reinó entre todos: creemos que el prescindir de ella sería eí pasó mas ürme dado en el camino de 'nuestra regeneración. Labaada municipal amenizó aquol tan hermoso y por desgracia poco común concierto de vóluutades. A las cioco de aquella 'tarde de gratísimos recuerdos, abandonamos la villa de Beoerreá, acompañados de su Alcalde Sr. Cela, dejando allí nuestro pontros valieotes soldados. Ejemplo digno Sarniento y trayóodonós en oambio'las de imitación, que sí, como es de .e,spe- , simpatías de aque los nobles habitaorar, siguen todos los pueblos ^e 3a pro- tes, que más de una vez han de bende- El martes 27 fué on resúmea, una recopi ación, de gran provecho, y es seguro quo de imperecedera memoria para aquel país. El Sr. Salgado tenía citadas á las autoridadesy personas más notables do los pueblos do aquella comarca, con uno de los fines más hermosos que persiguen losnobles sentimientos de la Caridad; la instalación de ¡a benéfica institución de La Crus Jloja. Reunidos ealá casa consistorial de Becerreá, los elementos más valiosos del país, representados por las autoridades civiles , las del orden judicial y {>cir muchos señores Curas párrocos, quiénes con un consolador ejemplo de caridad cristiana ofrecieron su importantísima cooperación y ayuda, en medio de un numeroso público que con satisfacción presenciaba este solemne acto , quedó constituida desdo aq uel momento en.Becerreá y todos los Ayuntamientos de su partido, esta nunca bastante alabada asociación , levantándose la oportuna acta que con entusiasmo firmaron todos los llamados á aquel fin. Ya lo saben los heróicos y desgraciados defensores de la honra pátria; Becerreá concurre con su óbolo á mitigar las penas y á salvar las vidas amenazadas por traidoras heridas, de núes- ciry por mucho tiempo recordar la visita de su dignísimo Gobernador el señor D. José Salgado. En. el bonito pueblo del Cereza!, tendió la cadena el Sr. Neira (D. Jesús) en unión de algunos señoris curas párrocos y muchos vecinos, y no hubo remedio , fué preciso parar y muy grato aceptar una copa de escelente licor con qiie nos obsequió; y no fué eéto solo, sinó que do allí nos acompañó hasta el inmediato de Baralla, donde el Sr. Díaz y su hermano, nos hicieron rtfren.lai- el pitstlporte hasta Gomeáa eu cuyo ¡matu la señora viuda de D. Auselmj Feruáudez nos hizo iguales ofrecimientos, da los que solo aceptamos su buena voluntad. El agua constante de toda la tarde cesó al fin, dejando lugará una brillan to luna que nos siguió en la última jornada de aquel dia de tan gratas impresiones. Por más deque algunos de los que las lean, las conozcan mejor que ei que las escribe, no terminaremos sin decir algunas palabras respecto á las condiciones 'geológicas y productoras del terreno que hemos tenido el gesto do recorrer. Es ca general do formación volcánica, abundando en él las piedras caliza y marmórea con especialidad, que hibiiinonte explotadas pudieran ser, y es seguro que andando el tiempo serán, una riqueza para aquel país; en minorales no escasea el hierro y otros da grao estimación, hay manantiales de rarísimas virtudes medicinales y una vegetación exhuheraute, dondo e! castaño, abundante en fruto y rico en madera, alcanza unas dimensiones colosales; ricos y fértiles valles formados por pendientes y cortaduras de una inclinación inverosímil y de una variedad de formas que ia imaginación mas soñadora no podría inventar; no se conciben ni se creen sino se ven. La caza mayor y menor representadas por el oso, el jabalí, corzo, rebezo, liebre, perdiz, etc., y la pesca por finísimas truchas, son abundantísimas, las carnes de cerdo y ternera, ios quesos y las mantecas, de primera calidad; en síntesis, una riqueza de reservas digámoslo asi, para cuando el desarrollo de nuestras embrionarias industrias lleven allí una vida nueva con una bien entendida explotación. Otras regiones, ó no lo tienen ó han dado ya lo que tenían; el suelo de Galicia está virgen, tiene mucho, muchísimo que dar. ¡Ojalá que el tiempo y la inteligente y honrada labor del hombre, convierta ea realidad tanta riqueza! S. de P. Lugo Septiembre de 1898. Espíritu de partido Nuestro colega £7 Ejército Español censura el afán inmoderado de alguna parte de la prensa en sembrar cuanto puede afectar á la honra de determinadas personalidades, llevando su espíritu oposicionista hasta la calumnia. Al públicoquo paga— dice -dobo agradarle que la prensa ejerza el oficio de gancho del trapero, revolviendo toda humana inmundicia. La úitima petición de fondos hecha al Gobierno por el general Blanco, dá motivo á que por esta parte de la prensa á que hemos aludido, se califique de extemporánea y sin razón que la juatifiqua, haciendo caso omiso de lasjustísimos razones que ¡a informan. El gobernador general dé Cuba había notificado al Gobierno la utilidad de licenciar los voluntarios movilizados que juntamente con nuestros soldados habían luchado en defensa de la patria, pero por esta razón y por la de evitar futuras contingencias que. podían ocasionar nuevos trastornos á la nación iiidicaba también la conveniencia de que se les abonara siquiera parte de los haberes que so les adeudaoan . De común acuerdo y á -virtud de consulta hecha por el Gobierno al general Blanco para que fijase la cantidad prudencial que sirviera para cubrir estas atenciones y ¡as del ejóicito regular se convino en arbitrar recursos por cantidad que no llega á la mitad de lo que á aquellos leales ' hijos de España se débia, confiatido en que el patriotismo