WTírcorM, W í9 Octubre 1 EL PI'RHLO n.MJ.Kr.o. PAO rRBft | NUESTROS CORRESPONSALES EN EL MUNDO, ESCRIBEN ALEMANIA 1956 Todo es más ¡jarato en Berlín En Tempelhof, los aviones dejan a los pasajeros bajo techo BERLIN (0r6nlc« de nuestra corresponsal.)— La señora vieja que Iba a mi lado apagó su cigarrillo. "Ve usted — dijo—, ya estamos sobre Berlín». En aquel momento, la azafata, guapa como todas las azafatas del mundo, anunció que en cinco minutos aterrizaríamos «n Tempelhof. Venía leyendo cosas sobre Ber Mn, por la noche y en avión producía una Impresión tremenda. A un lado estaba la zona de luz —la occidental — . Pegada a la zo na de luz, una franja de oscuridad: la zona roja. Dominando una leve sensación de vértigo, me asomo para com probar esta observación. Sin duda habla puntos en que las luces morían, pero dado lo mal que sue lo orientarme. Ignoro al era por ailf la zona roja. En conjunto Berlín resplandecía como una gran antorcha. Produce una im presión tan majestuosa como Nueva York. Hay que esforzarse mucho pa ra recordar que hace apenas diez años eata cnpltal era un mon tón de ruinas. En un alemán endemoniado, la' señora mayor —elegante, con profusión de anillos en laa manos— se puso a hablar conmigo. Me ofreció un caramelo mientras el avión descendía y dijo: —Berlín es muy barato. Resul ta mucho más barato comprar aqui que comprar en la República Federal. Ya lo verá. Yo vengo una vez al mes para comprar coaas. Tenemos un negocio «n Colonia. Una tienda de modas... Sí, Berlín sigue siendo muy Interesante. Colonia, Bonn... ©s tan provinciano. Berlín ea una gran capital. Aviones americanos. (La Luftansa no puede cubrir esta ruta) unen Colonia y Bonn —las dos ciudades tienen un acropuer to común — con Berlín. Suelín Ir llenas de comerciantes, alemanes con sus cartapacios al brazo y 7. Jüucienteá, deñde Á/uwa l/otk La cuota da inmigración española en Estados Unidos, llega, apenas, a trescientas personas VI V I de cuatro siglos sobre el territorio fiel Estado de KansaA, precursores en dos siglos de la imperecedera obra civilizadora de fray Junípero Scrra en California, recorrió el errbaiaf'or de España. la influencia constante de lo español en la Literati-ra norteamericana fué closada igualmente por el conde de Mon'rico, quien citó ejrmpios desde WashJn^toii Irvin^ a Ho1» Pa^so^. p?sa-rio rori Lon^fHlow. Sie'nherk «^r-avana, Rem'newav. El en'ba'a^or dr Ev paña mos'ró su esperanza de que Estado» Unido» modifiquen las leyes que restringen la Inmigración española, de manera que otra ve» >e abra la entrada de \o% españoles que de^n trabajar aquí. FRANCISCO LWIENILS pisada firme. Mujeres también de negocios que, al igual que mi compañera, regresan al día siguiente. El aeropuerto de Berlín fué construido antes de que Hlüer subiera al poder, sin embargo tiene un aire muy moderno, casi de vanguardia. Las bombas lo machacaron por varios puntos, pe ro ya está otra vez arreglado. Eí quizá el único aeropuerto del mundo en donde los aviones le dejan a uno bajo techado y a tres pasos de la puerta. Dentro reina un ambiente de cierta placidez. Los altavoces no son tan chillones como los de Nueva York. No hay gente que empuje. Es un punto de tranquila reunión para muchos berlineses que vienen a la galería cubierta para tomar un café y ver salir aviones. Parece ser que hoy los berlineses — comprimidos en sus treinta y tantos kilómetros — sufren de claustrofobia. «Ya se dará cuenta — me dijo un alemán que también venia en el avión y hablaba español con acento peruano — , al cabo de unos días" en Berlín uno nota que está encerrado, es como una Isla en medio de la zona roja, que uno no puede traspasar". La mujer «del alemán vivía en Berlín y él está destinado en Colonia. Pasa en Berlín los fines de semana. Al desembarcar miré el reloj: una hora y diez minutos. Por la autopista hubiéramos recorrido los cuatrocientos y pico de kilómetros en cinco horas. Toda una noche en el tren. Mientras esperábamos por el equipaje encontramos al embajador de Dinamarca. Es un hombre alto, distlngu'do, con un abrigo de pelo de camello. Habíamos almorzado aquel mismo día Juntos en ja embajada de España. El embajador nos dijo qu3 venía con mucha frecuench a Btr fin, porque también estaba acreditado como Jefe de la misión mi Jltar, que su país mantiene en la antigua capital de Alemania. Viaja siempre en avión y, lo que es más curioso, manda su coche por carretera. Los comunistas dejan pasar el coche conducido po»- efl chofer alemán. A la salida, el embajador danés, me enseñó Ól monumento a los aviadores que rompieron el bloqueo, 'mpuesto por los' comunistas a la ciudad de Berlín en el 48, Berlín esté en deuda con Ins aviadoras aliados que tan dramáticamente la abastecían por el aire. Al pie del monumento, que es como una pata de gallina puesta en pie, h?.n escrito ios 'nobmres de todos los pilotos que perdieron la vida en aquel noble Intento. Tompelhof está en el medio de la ciudad, y el pequeño «Wolkswagen" del embajador nades no había rodado mucho, cuanco ya nos encontrábamos en el Kurfurs tendamm, corazón de Berlín. * Entre potentes lámparas do neón, vi edificios de cristal y ac^ ro, tipo Naciones Unidas, grandes escaparates y — lo que yo nn había visto hasta ahorá — vitrinas en mitad de la calle. Los bares abiertos, mucha gente paseando, tranvías, autobuses, e) Impacto de una gran ciudad. Hilton está construyendo un hotel modernísimo en Tiergasten. «Kempinski» se llama el hotel más "chic" de la dudad. Ha sido construido con dinero del plan Marsholl y, por fuera, su fachada parece el muro de un cuarto de baño. Es de enormes ladrillos blancos y negros que pueden lavarse. Brilla mucho. A las once de la noche es día en la «Kurfürrstendamm". Sale la gente a los teatros y va a tomar café con dulces en Kemditorei». Todos los cafés están abiertos, en las terrazas han encendido la calefacción de rayos ultravioleta. Puede uno cenar en cualquier sillo. Las camareras son obsequiosas, la gente ríe y. por lo general, viste bien. Pasadas las d"er de la noche, en Nueva York es difícil cenar, fue ra de Broadway. Sólo Llndys ofre ce platos calientes a medja no cha y delante de Lindys s'empre hay cola. En Berlín nadie tiene pHsa. Los camareros no ponen hs (tilas encima dr las mes.is para echarle a uno. O'orop ios ilema^es son tan p.ir os en su-» ges toa, I» propina mínima (que ei América, en Francia 0 en la propia España despertaría un gruñido) se agradece con efusión. Si una da diez pesetas acompañan a la» gracias con revereacias. * e ia 'Cotie, deide JQ&tíi Greta, en el 10 del Downing Street "Réquiem por una monja", la novela de Faulkner, adaptada por Camus, la sensación de la temporada parisiense PARIS KprAnlca toiefónlca de nuestro corresponsal). Si. Debemos escribirlo valiente: "Réquiem por una monja", la novela de Faulkner' adoptada teatralmente por Camus, es la sensación de la temporada parisiense y posiblemente la más alta obra dref ática con que cuenta hoy el repertorio mundial del teatro moderno. Obra salvaje y vdi.'icante a la par, vibra en ella ese lenguaje perdido para el hombre, moderno de la tragedia griega. Se ha dicho que Faulkner m troduce la técnica de la novela policíaca en la tragedii antigua, y. así, el "Réqidem" se compone de elementos t'fíp, dis pares, por un lado, tenemos un verdadero misterio jnlicial, mientras bajo est-e jeroglifico se escucha el sordo mur mullo torrencial, del destino arrastrando- a los personajes. Con mi lenguaje de Agata ChrUité se exponen los métodos de Esquilo. El argumento es ya conocido del lector aficionado a Faullmer, se trata de la vieja novela "Santuario", hace tanto tiempo traducida al español, ¡jna negra alcohólica — A'arcci Manigoe — estrangula al hijo del matrimonio Stevens, en duya casa prest- 1 '.a sus servicios como nodriza. Condenada a muerte por su. brutal criment el abogado defensor sospecha en aquel esesimio algo más complejo que el delirio de una toxicóvwn'1' Y esta busca de la verdad cer ca de la señora Slevens, protagonista auténtica de la Ira gedia, es el tema del "Réguiem". Porque Temple Slevens, pro íegida por la sociedad y el dinero, tiene una vieja historia a cuestas. Secuestrada en su iuventud por unos "gángaters" nadie sabe que duranle Los'dixis del rapto Temple vivió sumergida én la más sucia abuección, descubriendo a la sombra del vicio su verdadera raiz podrida. Luego, liberada al fin, viene el matrimonio i es petable, la consideración social, la normalidad, en suma, y tan sólo un testigo de ia vie ja historia:' la negra nodriza Manigoe. Cuando al. cabo de los años reaparece un elemento de la vieja banda. Temple se siente arrastrada por el recuerao de un pasado que era su verdad—'-Si. soy mala", grita Temple—y prepara la fuga del ■ hogar, pero Nanci Mahipoe* la única que conoce a Tenipití de verdad, su antig-ua compañera de lupanar, comete el es pantoso asesinato para detenerla. En su cabeza delirante, la crueldad le parece natural. ■ . PROBLEMA DE CONCIENCIA. 'Ahora bien; la verdad que puede salvar a Nanci de la horca sólo pei'tenece a Terti.ple. y a lo largo de tres actos asistimos a los debates de la protagonista con su conciencia antes de decidirse. Por fin, la madrugada anterior a la ejecución Temple confiesa ante el gobernador y cuenta la espantosa tragedia y, sobre to do, esa inclinación a la verdad que es el origen indirecto dei crimen. Son quizá treinta minutos de un relato inverosímil, desgarrador, que se oye casi con la sacramental gravedad que debían escucharse las viejas con lesiones públicas en los atrios de las catedrales. Allí tenemos a Temple expiando por el sufrimiento su pasado — "no sufrir por algo, sino simplemente sufrir; sufrir como se respira, inco-scientemente"— y aunque T*rn pie no pueda salvar a Nanci, desnudando su alma encuentra la expiación en un proceso puramente (knvstoyesk'ono, llevado hasta los últimos Límites de la vergüenza. La humillación de Temple puede ser la salvación de Temple, y Faulkher cierra su tragedui mientras Nanci. la ojiwntj de este rito de crueldad, ser- ' ■ ■iiirjintmnnirií'íiimHrm» vidora por quien se entona ci "réquiem", camina hacia la horca. El propio Camus lo ha dicho: "Sólo el hombre merece que el hombre te sea sacrificado." x El problema técnico de la tragedia es, naturalmente, el lenguaje, pues bien, la edup tación, magistral, queda limpia de todo efecto. Vn lengua je ¿¡ue jamás se dulcifica con una. sombra de esperanza por que en los tragedias no hay esperanza. Todo resulla allí desnudo y como metálico, arrastrado por la frialdad 'irdiente de la predestinación. Camus ha dicho que Faulkner hace avanzar *el tiempo hasta conseguir que la tragedia se reinstale en nuestras escenas. La experiencia del "RéquienV1 es concluijente,.co?i su peso austero tocando'al espectador, que juzga a Temple y se siente comprometido por la caridad con aquel ser de voz entrecortada que descubre, en una horrible sinceridad, ese último, impenetrable secreto del hombre que luchó en soledad para, vencer a ser derrotado por su destino. La obra hubiese sido materialmente imposible sin Catalina Sellers, que encarna a Temple de manera genial. Aun que no sea físicamente el tipo que se imagina de la protagonista, su convicción dramática, su fuerza expresiva, culminaron en un éxito de apoteosis. A estas horas se dice que es mejor que María Casares y probablemente será verdad. Sus ojos, como dos carbones ardiendo en una mirada de Goya, única lu~ de, su miserable confesión, tenínn el sello del genio. Decorados simples, luces sencillas, dirección sin trucos, todo provocaba un duro, efecto de austeridad edificante. Verdadera nente, en aquel escejiario sgpicíbn el mismo aire irrem edma' -i que agitaba la técnica de F/Lipo hace dos mil años. SALVADOR LOPEZ DE LA TORRE.. si la grandiosa película Sieíi novias para siete hermanos" ESTA CyBTcLNr-NDO AHORA IH ti "GARCIA BARBO - MAYOR ¿S TRIUMFGS QUE EN SU ESTRIÑO Uno de los reestrenos cinematográficos c-ue' más éxito están obteniendo, es sin duda alguna la, reposición de "Siete novias para siete hernuros" que estos días se nos ofrece en el "García Barbón". Se agotan las localidades en todas las funciones, lo que viene a poner de manifiesto que la- pilicula, en fantástico tecnicolor y admirablemente Irjerpretada, con preciosas canclones y un extraordinario ballet, gusta casi más que en el estreno. Es digno de destacarse este óxlto arrolbdor, por cuanto es el público mismo quien lo ratifica a diario con su asistencia tan numerosa. Como aun seguirá dicha pantalla del "García Barbón" ofreciéndonos tan espectacular película, nacl£ tiene de extraño que aq.iella amplia sala siga registrando llenos en cada función. . LONDRES. — Greta Garbo, con su ya reiterada costumbre de taparse la cara ante los fotógrafos de P/ensa, saliendo de Downing Ütrtet n.0 10, después de visitar ai primer ministro ingles, acompañada del fotógrafo Cedí Beatm, que luce un nuevo modelo de abrigo, llamado a hacer furor entre los elegantes. La actriz sueca no había vuelto por Londres desde I95J. — (Foto Cifra Gráfica) '. monmimiiiQimmia^^ ARGENTINA INCREMENTA SU PRODUCCION AGRICOLA El Gobierno espera poder aumentar con ello las exportaciones^el país Es el pais donde más carne se come%l inundo Buenos Aires (Servicio especial ICE). El Gobierno argentino ha adoptado una serie de nuevas disposiciones y programas de carácter agrícola, que prometen eotimular tanto la producción como la. exportación, de artículos agrícolasEstás acciones caen bajo las cuatro categorías siguientes: /• Negociación de un acuerdo multilateral de comercio y pdgos con ¡o países europeos, con los que las transacciones se efectuarán en monedas con vertibles. No obstante, Argentina continuará vendiendo gran parte de sus productos agrícolas en los países Centro m lo* Estados Unidos. 2. Aumentos sustanciales en II Sud ¿nxericanos, así como los precios de apoyo de granos oleaginosos, que constituyen dos de las cosechas principales de la nación, aparte de un aumento en los precios que se pagan por los producto res ganaderos. Los productos desempeñan una. parte importante en las exportaciones' argentinas, 3. Lib'eracilización^de los tipos de cambio de exportación para muchos de los productos agrícolas con el fin de activar los embarques para el extranjero. 4. Libertad para que las exportaciones de granos puedan ser manejadas directamente por comerciantes privados comenzando a partir de la temporada 7956-57. Se considera que todas estas acciones significan, que el Gobierno está perfectamente con vencido de que la agricultura debe de constituir la base de la economía argentina. . Según un inlorme de la V/orfhingfon Corporation, el 90 por ciento de las ventas aue realiza este país en el extranjero está constituido por productos agrícolas. De acuerdo con dicho informe. ArOcn^na se abastece a si misma de los productos básicos como son, carne de vacuno, carnero, lana, trigo: maíz, linaza, alfalfa y algodón. F.l consulto por capital de carne de vacuno es el más alto que. cvalquier otra nación en el mundo y el país en nenrral se encuentra bien nliméntado. Tí-viste siri^rrnhargo, la nece sidnd de estimular la prodvc ción agrícola, como base para mantener una Iverte afluencia de las exportaciones. Del total de tierras tIp Argentina, estimado en P75 millones de hectáreas anroxima damente. un poco más de la mitad está dedicada a siembra y pastos. F.l resto de las tierras disponibles está representado por bosques que no se pueden hacer antos para la producción agrícola. Evfo significa que el aumen to aue se desea, obtener en la producción agrícola, debe provenir, en gran parte, del incre mentó en aquellas tierras cultivadas. LA SEÑORA D.a AMERICA VIDAL GONZALEZ FALLECIO BN LX L'IA Dh AYEH A LOt: ^9 AÑOS DE LOAO, OKSPÜES UL rtLCUilH LO? SANTOS SACRAMENTOS Y LA BENDICION DE SU SANTIDAD R. I. P Si uno da quinoe pesetas, los camarcrot »s desmayan. Tiene raión la comerciante d3 Colonia. Todo es más barato en Bt-rlin. Mana Victoria ARMESTO Su esposo, don Manuel Comesana Alvarez (industrial), hija Josefina; herrmno; herma nos políticos, sobrino), tíos, primos y demás famiha. AL PAHTICÍ.'AR .i sus amistades Un SfoMbié perdida les ruegan una oración por su alma >.¡a aflstsneia a la tonduffión del ca-iáver qw. ten rá Mig^r hoy a las cinco de ta laida desde la jpaág rnoi íuorii calle Doctor Cadival núm»;ro 88 ai cem >n ferio oe péréifj y .. "as funcraíea que por eJ eierno destans' de su alma *t ceiebraáq el táijtdo a ia* once de ii nunaia en ía iglesia p^ncquiál de Swit;. .María (Colegiata), fi.vorts por los cuales anticipan gracias. i V.go, t4 de Octubre d» 1950 'Ag»n.:i-i Hhfpffá Teléfono i7"5j